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PSOE local

Los opositores a Rodes mueven ficha para acabar con su carrera hacia la Alcaldía

Tras lanzar recientemente Carlos González una consulta pública para conocer con qué apoyos contaría, la edil María Dolores Asencio hace lo propio hoy en una reunión en la sede socialista

De izquierda a derecha, el secretario general de los socialistas ilicitanos, Antonio Rodes, el exdiputado nacional Carlos González y los ediles María Dolores Asencio y Ramón Abad. DIEGO FOTÓGRafos/antonio amorós

El PSOE de Elche agudiza su calvario particular, con una enésima crisis interna y con los distintos aspirantes (ninguno oficial hasta la fecha) a ser el próximo alcaldable socialista alborotados e indignados, como buena parte de la militancia, por la situación por la que atraviesa el partido local.

El «póker de ases» que configuran Antonio Rodes, actual secretario general de la agrupación; Carlos González, exdiputado nacional; María Dolores Asencio, miembro de la ejecutiva provincial; y Ramón Abad, exsecretario de organización de la ejecutiva local, tantas cabezas en definitiva, no hacen más que generar incógnitas sobre el devenir del partido en un momento crítico, no por la proximidad de las elecciones europeas, sino por la posibilidad de que haya proceso de primarias en Elche en septiembre u octubre. La agrupación local es un avispero y prácticamente cada día hay algún movimiento por parte de uno u otro sector.

Rodes controla aún el partido, pero los otros tres nombres se están moviendo, por separado, porque al menos sí están de acuerdo en que el secretario general podría no ser la mejor elección que puede presentar el PSOE para recuperar la Alcaldía.

Para empezar, Rodes está molesto con sus «oponentes» por querer desestabilizar el partido a cualquier precio, simplemente para obtener su cabeza, puesto que es el secretario general el que, de momento, tendría la mayoría de los apoyos y el que va con ventaja. Los que apoyan al secretario general creen que los de enfrente, como se ven débiles, sólo quieren hacer ruido para que en Madrid y Valencia crean que los socialistas ilicitanos están tan desordenados que se hace necesario una intervención.

Por su parte, las fuerzas de Carlos González consideran que desde hace meses la ejecutiva está paralizada y estancada, y que la crisis interna se va haciendo día tras día más profunda por la falta de decisiones y soluciones. La división es tal que a cada momento que pasa, la reconciliación se torna más complicada.

Mientras, desde la banda de Ramón Abad, uno de los más críticos (y también castigados internamente) se recuerda que Rodes llegó el último y se colocó el primero, lo que creó un rechazo en el partido que se habría ido incrementando con el paso de los meses. En opinión de sus seguidores, Rodes no sería el candidato ideal para arrebatar la Alcaldía a Mercedes Alonso y que en esta coyuntura no se puede dar ni un paso en falso para lograr desplazar al PP.

Asencio parecería a priori haber llegado la última, pero su nombre ya resonaba desde hacía tiempo. Ella fue la única que ayer, junto con Rodes, hizo declaraciones a este diario después de reconocer que hoy, a partir de las 10.30 horas, mantendrá una reunión en la sede del partido para conocer si tendría los apoyos suficientes como candidata socialista.

«No quiero crearme conflictos con nadie, ni con el secretario general», indicó Asencio, quien subrayó que realizaba la reunión de hoy «dentro de la sede del partido -Rodes, González y Abad llevan meses «tomando la temperatura» al partido pero fuera de la sede oficial- para ver qué respaldo tengo de la gente. Pero no es cierto ni que vaya a presentar avales, porque no es momento, ni mi candidatura».

Asencio aseguró que «hay un grupo de compañeros que me ha pedido que me presente». También aseguraron estar en esta misma situación González -como publicó este diario el martes- y Ramón Abad. Este diario no pudo localizar ayer a ambos, mientras que Rodes optó por no realizar declaraciones, aunque sí negó que la situación fuera tan crítica y tan límite como indican sus no acólitos.

Mientras, el PP de Elche no para de frotarse las manos.

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