Como cada año, desde hace más de 30, los voces del Misteri, escolanos y cantores de la Capella, se unen para participar también del ambiente religioso que ya inunda la ciudad con motivo de la Semana Santa... y lo hacen con el Concierto de Viernes de Dolores (21.30 horas, en la basílica de Santa María). El mestre Antonio Berenguer Fuster puso en marcha, en la década de los años 80, esta aportación musical de los integrantes de La Festa, y esta noche, otro mestre, José Antonio Román Marcos, mantendrá la cita convertida en tradición que «incluye un programa muy variado, donde lo importante para nosotros es el ritmo que se le da al concierto. Además, es una oportunidad de juntar a todos los integrantes del Misteri, niños y adultos, en un concierto único por su musicalidad y la amplitud de voces».

Quince temas se irán sucediendo con los matices propios de nombres reconocidos y composiciones habituales en estas fechas, pero con el color singular que llegará desde las 120 voces que, anoche, se escucharon a modo de ensayo general en el corazón de la basílica ilicitana, fiel escenario igualmente de las representaciones del drama asuncionista.

El programa ha reunido desde temas clásicos hasta canciones llegadas desde el gregoriano o el romanticismo, con músicos invitados (que en esta ocasión permitirán oír la dolçaina y el violín, junto al órgano y piano habituales); también se estrenarán piezas («Tu dulzura y encanto dan amor», de Manuel Torres) y se interpretarán otras compuestas por cantores («Kyrie», de Juan José Hernández), se escucharán a los escolanos en el silencio de la basílica y a los cantores adultos con la seriedad que les caracteriza; y antes de los aplausos apasionados del final, cantos solistas y canciones con todas las voces... «e, incluso, un tema de Bach en su idioma original, el alemán, para poder transmitir una obra con toda su esencia y con el espíritu con el que originariamente fue creado», añade Román Marcos.