La cofradía La Samaritana cumple este año su 150 aniversario gracias al empuje de un grupo de jóvenes que solicitó al Ayuntamiento en 1863 la creación de una asociación que al año siguiente participaría en su primera procesión de Semana Santa. Su participación en los desfiles procesionales lo realizó, junto a la Oración en el Huerto, un Lunes Santo, una fecha que posteriormente cambiaría al Viernes Santo para llegar al actual Domingo de Ramos.

En aquellos inicios, la cofradía contaba con un grupo escultórico realizado por Francisco Pérez Figueroa, que fue sustituido tras su desaparición al inicio de la Guerra Civil por el actual, que es obra de Sánchez Lozano y que fue elaborado en 1945. De la época anterior a la contienda civil sólo se conservan dos banderolas pintadas a doble cara que están datadas a finales del siglo XIX y que abren cada año el cortejo procesional de los niños.

En 1967 la cofradía pasa a depender de la Cooperativa de Carniceros y traslada su sede canóniga a la parroquia de San Juan Bautista, donde el grupo escultórico está expuesto todo el año desde el año 93. En aquel entonces, La Samaritana sustituyó la cola que caracterizaba la túnica de los nazarenos por una capa y el trono dejó de procesionar a hombros para ser sacado con ruedas junto al Ecce-Homo. Ya en 2009, la cofradía dejó de depender definitivamente de los carniceros, una época marcada por la transformación de un colectivo que en la actualidad se estructura en distintas secciones (alets, banda de cornetas y tambores, trono infantil, mantillas y banda de tambores), «para conformar una auténtica familia cofrade que componen en la actualidad 435 personas», explicó Juan Antonio Suárez, miembro de la directiva de La Samaritana y uno de los artífices de la transformación que la cofradía ha experimentado en los últimos años.

La conmemoración del 150 aniversario de La Samaritana está repleto de actividades, un programa que comenzó en septiembre pasado con la bendición de la capilla de las imágenes y que ha incluido hasta la fecha un concierto de cornetas y tambores, el acto de imposición de la ceniza o la distribución de carteles y estampas conmemorativos. Además, el 6 de abril se celebrará una procesión extraordinaria por las calles próximas a San Juan.

Pero los proyectos no se cierran con este «cumpleaños» y los cofrades siguen trabajando para publicar un libro con la historia de la cofradía y crear una casa de hermandad. Sin duda, una nueva demostración del esfuerzo y compromiso de La Samaritana.