Los datos estadísticos de la Dirección General de Tráfico reflejan que en el pasado año la provincia experimentó un repunte en la expedición de licencias de conducción profesionales para camiones, autobuses y remolques o tráileres, en algunos casos aproximándose a cifras de antes de la crisis económica. En concreto, entre enero y octubre de 2013 (últimas cifras oficiales) han aumentado con respecto al mismo periodo del año anterior un 125% las personas que han obtenido por primera vez un carné C1 (para camiones de hasta 7.500 kilos) y un 29% las que se han sacado el C (para camiones sin límite de peso), además de subir un 57% en el caso del D (para conducción de autobuses) y un 51% en el caso del E (para remolques, vehículos articulados o tráileres).
Por el contrario, siguen desplomándose las expediciones de permisos de conducir turismos y motocicletas en general, y quedan reducidas a menos de diez personas las que han obtenido un permiso BTP, que faculta para conducir transporte escolar, taxis o vehículos de emergencias como ambulancias o coches de bomberos de hasta nueve ocupantes. En general, el sector sigue perdiendo «clientes» con un descenso total del 11% en los permisos de conducción expedidos en los tres primeros trimestres de 2013 en comparación con el ejercicio anterior, con lo que se consolida un año más la caída de la actividad, hasta suponer prácticamente la mitad que en 2007.
A la luz de los datos y según algunos de los profesionales consultados por este diario, el aumento de los carnés de conducir camiones, tráileres o autobuses está relacionado con que los alumnos de autoescuelas están llegando cada vez más con la intención de abrir una nueva vía de acceso al mundo laboral. Así, Paco Serrano de «Trafik» considera que «lo que ha bajado -como todo en este país- es el consumo privado, pero en el tema de los profesionales y las empresas no solo se ha logrado mantener sino que en cierta medida ha subido, y somos de los que creemos que estamos ante un cambio de tendencia». En este sentido, Serrano mantiene que en sus autoescuelas han detectado con claridad que «el carné de coche ha bajado muchísimo, pero se mantienen el de camión y autobús y sobre todo el de tráiler, y es que para transporte internacional se han hecho muchos más permisos porque con el carné de tráiler hay posibilidades de encontrar trabajo (en concreto agencias de colocación como nosotros, nos llaman empresas solicitándonos conductores con certificado de profesionalidad»). Desde los centros «Trafik» (presentes en Elche y Alicante) mantienen que «la gente viene a sacarse el permiso porque es como sacar una profesión».
Reciclaje
De forma similar se pronuncian desde la Autoescuela Lucentum de Alicante, donde manifiestan que «es cierto que la gente prioriza otros gastos y el volumen del permiso B ha bajado mucho y la moto aún más, excepto en casos de gente de más de 40 que tiene trabajo o en jóvenes que quieren opositar a Policía Local, Policía Nacional o Guardia Civil y necesitan el carné de moto y el BTP». En todo caso, «sí que observamos que hay mucha gente que ha perdido el trabajo y se quiere reciclar y se plantea sacar el carné de camión o de autobús para ver si hay posibilidades de trabajo».
El propietario de las autoescuelas San Francisco (en Elche, Alicante o Sant Vicent del Raspeig), por su parte, sostiene que sí es cierto que se detecta un repunte en este tipo de licencias, pero advierte de que no se pueden valorar con optimismo la situación, dado que «ahora mismo vas a las empresas de transporte y tampoco es que encuentres trabajo, antes sí que era una salida laboral más directa y nos llamaban las empresas para pedir gente, pero actualmente aunque se está moviendo algo en el transporte también hay muchos conductores con experiencia en paro y los nuevos lo tienen más difícil; posiblemente donde más trabajo se encuentra es en el transporte a nivel internacional con vehículos articulados, trenes de carretera o camiones y autobuses con remolque, pero los que se dedican a ello también nos dicen que se cobra la mitad que hace cuatro años». Así, plantea que en los últimos años sus autoescuelas han tenido que prescindir de una veintena de profesores y que de cuatro autobuses de los que dispone está trabajando con uno, de diez camiones con dos, o de tres tráileres con uno. Es decir, que desde su punto de vista pese al repunte que reflejan los datos, la actividad se mantiene muy adormecida con respecto a antes de la crisis.
