Después de la convulsa semana que pasaron los agricultores en torno al conflicto no resuelto entre la comunidad de base El Canal y la Comunidad General Riegos de Levante por una deuda de 740.000 euros que llegó a suponer un corte de agua de dos días y la amenaza de que la medida se retomara, la situación está ahora en calma. Las partes miran al Tribunal Superior de Justicia de Murcia, que el día 7 suspendió provisionalmente una resolución de la Confederación Hidrográfica del Segura que daba vía libre al corte de agua, y que da un plazo de audiencia a esta administración para que aporte su versión.

Los regantes de El Canal están a la espera de que se resuelva su recurso ante el juzgado y su presidente, Javier Berenguer, reiteró ayer que no hay novedades. Por su parte, el portavoz de Riegos de Levante, Ángel Urbina, confirmó que «no vamos a cortar el agua» por el momento y que «lo que procede ahora es que la CHS diga lo que tenga que decir ante el TSJ y a partir de ahí ya sabremos qué hacer, pero es un tema de alto alcance porque si se decide que la Comunidad General Riegos de Levante no puede cortar el agua a una comunidad de base, tampoco la CHS nos la podrá cortar a nosotros».

Al margen de este conflicto que ha mantenido en vilo a 6.700 comuneros y que nadie sabe cuándo ni en qué sentido se volverá a reactivar, Urbina manifestó ayer que junto al presidente de Riegos de Levante, Manuel Serrano, concentrará el trabajo a lo largo de este mes en asuntos de mucho calado para los regantes: «Mañana (por hoy) se celebra la asamblea de la demarcación del Júcar, este mes se tienen que aprobar en Consejo de Ministros el Plan Hidrológico del Tajo y del Segura, y en la junta de explotación del Tajo-Segura se tienen que asignar los caudales par los próximos tres o seis meses y tienen que salir los reales decretos de las tablas de explotación del Tajo-Segura», por lo que esas son las prioridades en las próximas semanas.