La fortaleza de origen islámico recupera su apuesta por el arte ampliando sus dependencias y reubicando parte de los fondos de la pinacoteca municipal. Junto a las seis salas, incluída la nueva que se abrirá ahora con objetos y fotografías de Pedro Ibarra, donde se están instalando las obras de los siglos XVII al XX, se une también la Sala Masónica y el almudín, en el sótano... todo ello a lo largo de tres plantas.y Gran parte de los cuadros que se van a exponer forman parte de la colección Durá, que adquirió el Ayuntamiento hace siete años y que incluye, sobre todo, lienzos del siglo XIX y principios del XX de pintores valencianos, como Sorolla, Pla, Pinazo o Benlliure, y también ilicitanos como Vicente Albarranch o Mariano Antón. Algunos de los cuadros son de grandes dimensiones y reúnen, bajo sus coordenadas físicas de siglos, escenas religiosas la mayoría de las veces; mientras que en los más pequeños se apuesta por el paisaje.
