El exdirector de la Estación Phoenix, Michel Ferry, asegura que propuso a la alcaldesa y al Ayuntamiento en julio de 2011 el uso del producto que la semana pasada se anunció como vacuna eficaz contra el picuro rojo, y que el equipo de gobierno del PP «trató con total desprecio tanto el nuevo tratamiento propuesto por la Estación Phoenix como todas las actividades y logros de este centro». El concejal de Vía Pública, Manuel Rodríguez, lo negó ayer taxativamente y asegura que Ferry no solo no propuso este producto al Ayuntamiento sino que no presentó ninguna investigación de los años que estuvo al frente de la Estación, una entidad que además tenía un convenio para investigar sobre el dátil y no sobre el picudo, por lo que además no contaba con la autorización del equipo de gobierno, de la Conselleria ni de Sanidad Vegetal para investigar con este producto, de modo que si lo hizo por su cuenta y riesgo sus conclusiones no podían tenerse en cuenta por que se desconoce cómo llegó hasta ellas.
Ferry aseguró que «los ensayos realizados por la Estación Phoenix sobre técnicas de inyección» en este sentido fueron publicados en la revista científica Phytoma en febrero de 2011 y divulgados en diversos encuentros científicos nacionales e internacionales, y que en 2010 ya habían logrado demostrar que el producto protegía a las palmeras durante seis meses. Los resultados fueron asimismo comunicados al Ministerio de Agricultura francés, que propuso en octubre de 2011 que se tramitara de urgencia la autorización de este tratamiento, según sostiene.
Sin embargo, Ferry acusa al Ayuntamiento de haber decidido el cierre de la Estación Phoenix «por un ajuste de cuentas político y también para acallar la voz que se permitía criticar las medidas adoptadas por la Conselleria de Agricultura en la lucha contra el picudo rojo», a pesar de «echar a la calle a personal muy cualificado en temas relativos a la preservación de El Palmeral y especialmente en el control del picudo o tirar a la basura palmeras in vitro, instalaciones o equipamientos».
Así, el investigador asegura que se han perdido dos años «por culpa de un estúpido ajuste de cuentas político, como si en la lucha contra una plaga existieran técnicas de derecha y otras de izquierda», lo que significa «por lo menos seis nuevas generaciones de picudos, miles de nuevas palmeras infestadas».
Paralelamente, también plantea que «ahora que el Ayuntamiento de Elche y el servicio de Sanidad Vegetal de Alicante han reconocido por fin el interés del tratamiento puesto a punto por la Estación Phoenix» hay que extremar las precauciones en lo relativo a la aplicación, ya que de no hacerlo correctamente «se perdería la última oportunidad de evitar el deterioro de El Palmeral» y podrían caer palmeras, dado que «no se puede aplicar este tratamiento más de unos pocos años, ya que implicaría hacer muchos agujeros en el tronco, lo que crearía un riesgo de caída». Debería hacerse, sostiene junto a Susi Gómez (firmante también del documento), saneando las zonas progresivamente, con personal cualificado y «con mucho rigor».
Agujeros
A este respecto, el edil de Vía Pública aseguró que la técnica que va a utilizar el Ayuntamiento y que ha sido propuesta por la empresa propietaria del compuesto no incluye la realización de agujeros en las palmeras, y que el consistorio ha rechazado varias propuestas de tratamientos alternativos precisamente porque provocar heridas en el tronco de la palmera resulta peligroso y puede comportar efectos negativos. Por eso, sostiene que Michel Ferry busca apuntarse el mérito, cuando es la firma que posee el producto la que ha acreditado cómo debe aplicarse y su eficacia.
