La cuesta de enero ha pasado factura al tejido comercial del centro de Elche. Semana tras semana los vecinos y visitantes de esta zona de la ciudad han contemplado como cada paseo por zonas como la Glorieta, la Corredora, Almórida o Eres de Santa Llucía ha supuesto encontrarse con alguna persiana bajada por el cese de la actividad comercial.
Y llama la atención que esto se produzca cuando según los datos que maneja el Ayuntamiento de Elche, durante el pasado año se tramitaron un total de 1.100 licencias de apertura, un 8% más que el año anterior. Sin embargo, el auge por abrir, desgraciadamente, también convive con un goteo de cierres tanto de comercios recientes como de otros que permanecían desde hace años en el centro de la localidad.
Desde la Concejalía de Empresa y Empleo apuntan a que actualmente los comercios se enfrentan a un problema de financiación, y esta es una de las principales causas por las que al final acaban fracasando. Además, cada vez más los comerciantes se encomiendan a subvenciones, cuando, por ejemplo, la Generalitat Valenciana lleva desde 2010 sin abonarlas.
Por eso, desde el área municipal de creación de empresas insisten en que los emprendedores deben tener en cuenta diversos factores a la hora de abrir un nuevo negocio y tenerlo muy claro para no acabar cerrando a los pocos meses.
La técnico municipal de creación de empresas, Nadia Gomis, apunta que «primero hay que tener clara la idea, y contar con un plan de empresa que plasme lo que se tiene en mente y lo que se quiere conseguir».
El aspecto económico también es fundamental, asegura Gomis. En este sentido, indica que «hay que saber lo más exactamente posible cuánto dinero va a hacer falta, ya que muchas veces nos encontramos con personas que piensan gastar 5.000 euros, pero luego acaban necesitando 15.000, por lo que un buen plan de empresa es fundamental».
La elección de la forma jurídica del negocio también es importante, y depende de la responsabilidad del emprendedor y del número de personas implicadas. Por lo general, se aconseja arrancar con un autónomo, aunque si hay más de cuatro personas lo más indicado puede ser una sociedad limitada.
Los expertos también aconsejan que el emprendedor obtengan algún tipo de formación a través de cursos especializados con los que obtener nociones básicas para saber enfrentarse a un negocio. Así como conocer el sector por el que se quiere apostar ya que cada vez se dan más casos de personas que abren, por ejemplo, un negocio de hostelería cuando nunca han trabajo en este área.
Otro punto importante a tener en cuenta, apuntan desde el área municipal de creación de empresas, es afrontar en buenas condiciones la apertura, sabiendo escoger el local en función de las necesidades.
Aún así, y teniendo en cuenta todos estos aspectos básicos, advierten que los primeros meses de un negocio siempre son duros y que lo habitual es que los comercios no aporten beneficios hasta, como mínimo, haber pasado el primer año. Una situación que puede alargarse tres años. De ahí la importancia de contar con una buena financiación y un plan de empresa ajustado a las necesidades de cada uno.
Perfil
Sobre las características de los nuevos comerciantes los expertos apuntan a dos tipos. Por un lado, está el emprendedor universitario que quiere montar su propia empresa, y, por otro, el de personas que siempre han trabajado en una fábrica y que ahora están desempleados y pretenden volver al mercado laboral por su cuenta.
