Descubrir las singularidades de los parajes de El Hondo, a la vez que se pone en valor la importancia de conservar y restaurar el entorno natural de uno de los humedales más importantes de la zona. Más de 70 personas participaron ayer en la ruta organizada por los Amigos de los Humedales (AHSA) y la Comunidad de Regantes de Carrizales que recorrieron a pie el parque natural de El Hondo, en la que los asistentes pudieron disfrutar de los paisajes y la fauna típica de este entorno ilicitano, como «la sorpresa que tuvimos en forma de una banda de 40 grullas, que no es fácil avistar», tal y como señala Sergio Arroyo, representante de AHSA.

El itinerario, que se inició en la puerta sur del parque, recorrió el azarbe del Robatorio y de Lo Cabello, hasta llegar a la charca del Prado, un espacio en el que la Asociación de Naturalistas del Sureste junto con AHSA y la Comunidad de Regantes de Carrizales han realizado un proyecto de restauración. En total, recorrieron alrededor de siete kilómetros. Además, Arroyo puso en valor el hecho de que «muchos visitantes, aunque vivan en el entorno del paraje, lo descubrieron ayer, pues les era desconocido a pesar de la proximidad de la zona».

La importancia de la red de azarbes, así como su conservación y distribución, centró parte de la visita, pues «son una pieza esencial para buena parte de la comunidad de humedales del sureste, así como para los regantes de la comunidad de Carrizales», por lo que hicieron honor así el lema de este año de la Convención Ramsar: Agricultura y Humedales. Y es que, «el aprovechamiento económico de la tierra también puede ir ligado a su conservación si se realiza de forma correcta».