Algunas de las familias cuyos hijos residen en el Centro de Acogida de Menores del Baix Vinalopó solicitan a la Conselleria de Bienestar Social que posponga los cambios al menos hasta final de curso, para no distorsionar sus rutinas. En un texto redactado por varios de los padres del centro y remitido por Eduardo Ferreira (en nombre de aquellos que actualmente no pueden hacerse cargo de sus hijos pero que, en mayor o menor medida, siguen en contacto con ellos), lamentan que «se prevé el traslado de los menores a varios centros similares, con el fin de vaciar el centro para recoger a otros con problemas de conducta; los propios menores afirman que son como una familia y que no quieren separase para ir a otros centros a adaptarse otra vez a hacer nuevos amigos, y que después los vuelvan a trasladar». Así, reclaman que «por las circunstancias que sean se han separado de sus seres queridos y han encontrado cariño en este centro, cometerían un error al separarles, ya que cuando por fin se sienten cómodos la Conselleria destruye lo que ellos denominan "su familia"». En síntesis, piden que «por favor no les traslade por lo menos hasta fin de curso, para mantener su nivel de estudios» y su estabilidad emocional.
Adaptación
En otro texto que, según el mismo padre, han escrito algunos de los menores, se recoge que «no nos queremos ir, no saben que están jugando con nuestros sentimientos y bienestar». Así, plantean que «ya estamos adaptados a las normas, los compañeros, los educadores, el equipo técnico, la ciudad, los colegios... y ahora ¡otro cambio!». El texto incluye una petición final: «Queremos quedarnos aquí hasta regresar a nuestras casas o cumplir la mayoría de edad, y si eso no es posible por lo menos que retrasen los traslados hasta fin de curso».
Este diario trató ayer de conocer la opinión de la directora del centro, que remitió a la Conselleria de Bienestar Social.
