Arte y música, coordenadas vitales para Carolina Andrada que empieza a comprobar como la inversión de esfuerzos empieza a encontrar su propio espacio en el complicado mundo de la pintura y el canto. Quizás, en la actualidad, la balanza permanece inclinada con decisión hacia el arte plástico y, prueba de ello, es el mapa de exposiciones que el futuro inmediato le ha ido trazando y que «servirá para mostrar los resultados de un trabajo de investigación plástica que protagoniza mi quehacer artístico desde hace tres años y que gira en torno al paisaje y su concepto desde varias perspectivas. Es una fase de expresión muy personal, donde lo humano está representado con elementos reconocibles, donde se busca lo interior, en base a mis recuerdos y mi formación», asegura la pintora ilicitana.

Hija del que fuera referente pictórico, Jorge Andrada, ha tenido la oportunidad de compartir ideas, reflexiones y proyectos con nombres tan relevantes como Sean Secully o Markus Lüpertz -sobre el que está terminando su tesis doctoral- que le han servido para seguir apostando por obras de grandes dimensiones y soportes, óleos, dibujos e, incluso, en un futuro inmediato, la escultura.

Su mapa particular de exposiciones no sabe de distancias y se ha configurado a partir de una mezcla especial entre un guiño al camino ya recorrido, «a través de una pequeña retrospectiva», y una apuesta firme por lo nuevo, «más de 50 obras que se mostrarán a partir de mayo en el MAHE (Museo Arqueológico y de Historia de Elche), y que espero hacer coincidir también con la presentación de mi biografía artística, "Carolina Andrada. Naturalezas vivas", que ha escrito el catedrático Kosme de Barañano y editado en Bilbao». Será sólo el comienzo de un trayecto en el que la pintora ilicitana confía en empezar a encontrar «mi sitio en el arte»... Argentina, donde ya estuvo «en octubre en su bienal», y Alemania «son estaciones próximas para exponer mis últimos trabajos y presentar el libro», concluye.