La crisis está sirviendo de caldo de cultivo para que la economía sumergida, un fenómeno que no llegó a erradicarse en Elche ni es tiempos de bonanza, cobre un especial protagonismo. De hecho, tanto los responsables de UGT como de Comisiones Obreras advierten que en estos momentos son cada vez los trabajadores que prestan sus servicios «fuera de la ley», es decir, sin contratos o con acuerdos laborales que no se corresponden en realidad con la jornada que desarrollan.
En este sentido, Pascual Pascual, de CC OO, asegura que «en estos momentos de crisis está aumentado enormemente la economía sumergida y la precariedad en el empleo. De hecho, cada vez hay más gente que está trabajando sin contrato y otros muchos que tienen contratos de media jornada cuando trabajan el día entero. Además, la situación permite aprovecharse a muchos empresarios para obviar los convenios colectivos y poner las condiciones que más les benefician», señaló el responsable del citado sindicato, quien lamentó que ya sea frecuente en algunos barrios y polígonos de Elche ver a gente a primera hora de la mañana esperando la llegada de furgonetas para «cargarlos» y «echar una jornada de trabajo».
Pascual asegura que este repunte de la economía sumergida se observa tanto en el comercio como en la hostelería pero, sobre todo, en el sector del calzado donde incluso, antiguas ocupaciones como la de aparado están volviendo a acaparar a un gran número de trabajadores. «Los talleres clandestinos o las empresas que tienen trabajadores en situación laboral irregular se extienden a lo largo de toda la ciudad, desde la avenida de Novelda al Parque Empresarial o al polígono de Carrús», aseguró el responsable de CC OO.
Por su parte, Ismael Senent asegura desde su puesto de responsable de UGT que «hay mucha gente que ya no tiene prestaciones por desempleo y eso facilita la merma de las condiciones laborales de los trabajadores que aceptan condiciones inasumibles porque no encuentran otra cosa. El problema es que la administración permita la economía sumergida porque lo que está claro es que cuando un problema se quiere atajar, se hace. Lo lógico es que cuando se detecta que una empresa tiene trabajadores en situación irregular se activen las alertas y se tomen las medidas adecuadas para que los empresarios respeten la ley y las condiciones laborales de los trabajadores».
Senent recordó que en Elche ha habido un importante subida de empleo en la industria y que, a pesar de que cuantificar el alcance de la economía sumergida es imposible, «en términos generales podemos calcular que su incidencia era del 20 por ciento hace unos años, una cifra que ahora mismo puede estar rondando el 30 o 35 por ciento.
Por ello, los responsables sindicales exigen a la administración que se dote de recursos humanos y materiales las inspecciones de Trabajo para evitar el deterioro progresivo de las condiciones laborales de la población activa.
