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La modernización del riego resucita la actividad agrícola en el norte de Elche

El uso de agua para el campo en Matola, Carrús, Llano de San José o Peña de las Águilas caía en picado por el abandono de terreno y con la introducción del goteo se ha multiplicado casi por seis en cuatro años

La estación de filtrado de la comunidad Cuarto de Levante y Séptimo de La Peña. diego fotógrafos

La instalación del riego por goteo en la zona norte de Elche ha supuesto en los últimos años un auténtico impulso a la agricultura, que iba año tras año perdiendo terreno y que desde 2010 no deja de crecer en Peña de Las Águilas, Llano de San José, el norte de Carrús o Matola y las tierras más próximas de Crevillent. Lo demuestran las cifras de uso de agua para riego que maneja la comunidad de regantes de base Cuarto de Levante y Séptimo de la Peña, que reflejan que si en 2007 se sirvieron 324.000 metros cúbicos de agua por el sistema tradicional de riego «a manta» (o por inundación), la cifra fue cayendo progresivamente hasta quedar por debajo de 190.000 en 2009. En 2010 se introdujo la modernización del regadío y el riego a manta se redujo a 60.000 m3, mientras que el riego por goteo comenzaba a coger impuso y superaba los 414.000 m3.

Si ya desde el primer año el goteo se estrenó acaparando casi el 90% del agua que usaban los agricultores, el fenómeno ha seguido creciendo hasta el punto de que en 2013, sin que se haya contabilizado el mes de diciembre, el agua servida por esta comunidad de regantes de base pasa del millón de metros cúbicos y apenas el 5% es por métodos tradicionales.

A la luz de estos datos, si se emplea este año casi seis veces más agua que en 2009, se puede deducir que se riega más extensión de terreno. Mucha más. Y es que el paisaje del norte de Elche ya no está tan salpicado por bancales abandonados y zonas áridas sin cultivar: Cada año más se está llenando de invernaderos y campos de hortalizas. Así lo señala el presidente de la comunidad de base, Ángel Urbina, quien considera que «se demuestra el acierto de apostar en su día por la modernización del riego, ya que antes había muchas mermas, era difícil regar y había que coger turnos por las noches, con tuberías en mal estado y un sistema complicado porque en esta zona norte además hay que elevar mucho el agua». Ahora, sin embargo, los agricultores pueden programar en sus contadores cuándo se enciende y apaga el riego, no pierden agua por el camino y aprovechan al máximo cada gota en el campo.

Es por esto que el número de contadores también se ha visto incrementado, por propietarios de terrenos que habían dejado de cultivar y han vuelto a sacarle partido a sus tierras. En 2010 un 72% de los contadores que estaban instalados estaban en funcionamiento y la cifra es en este año 2013 del 82%, con 772 puntos de toma de agua particulares en marcha.

Filtrado

Urbina añade que en el caso de esta comunidad de regantes se suma la circunstancia de que cuando se modernizó el sistema también se optó por instalar una estación de filtrado que pasa el agua por un tamiz de 34 micras y no de 140 como en el resto de casos, lo que cumple la doble función de evitar la proliferación de sedimentos o de mejillón cebra (una plaga minúscula que desgasta y emboza las conducciones) y convertir a esta comunidad, según su presidente, en la que dispone de «la mejor agua de riego de España».

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