El nuevo gerente del Hospital General, Antonio, Muñoz, está tomando contacto con el departamento de salud que dirige desde el lunes. Para eso le acaba de nombrar la Conselleria de Sanidad, que hizo pública el jueves pasado la destitución de Joaquín López en el cargo, y en la adaptación tendrá que dejarse orientar, al menos al principio, por quienes forman parte de la plantilla. La Junta de Personal (que agrupa a los representantes sindicales de los trabajadores de CC OO, UGT, SAE -auxiliares de enfermería- y CEMSATSE -enfermeros) tiene ideas y está deseando transmitírselas.
Entre las prioridades, los asuntos más relevantes que están sobre la mesa de dirección, los sindicatos plantean la necesidad de reivindicar el papel del Hospital General como centro de referencia del otro departamento ilicitano, el del Vinalopó, y de la Vega Baja. En este sentido, sostienen que si el Hospital del Vinalopó, de Torrevieja y de Orihuela derivan a sus pacientes al Hospital General de Elche, como corresponde, eso tiene que ir de la mana de refuerzos y mejoras en los servicios sanitarios que se prestan. Si por el contrario, como ocurre según vienen denunciado, el Departamento del Vinalopó envía a sus pacientes de Salud Mental a Torrevieja (de gestión privada) o a los neurocirugía al IMED (privado), en el Hospital General se van cerrando camas y clausurando servicios con la «excusa» de que están infrautilizados. Por ello la Junta de Personal plantea que «si el Consell está diciendo desde hace tiempo que este es el hospital del referencia para el sur de la provincia, lo que pedimos es que eso se cumpla porque eso haría que se potenciasen servicios, pero de momento todo son promesas sin cumplir». Esa es la preocupación principal de los representantes de la plantilla, que continúan sosteniendo que «debe mejorarse la colaboración entre los dos hospitales».
Por otro lado, y ya a nivel interno, manifiestan que «consideramos que deberían ampliarse servicios que darían mejor cobertura a la población, como la unidad de Cirugía Pediátrica y la de Quemados, pero no solo por nuestros pacientes, sino como referencia para todo el sur de Alicante».
Otra cuestión que requiere la atención del gerente, plantean los sindicatos, es «que desde dirección se controle a las empresas satélite privadas que están asumiendo servicios en el Hospital, entre ellas la de cocina, porque la calidad de la comida va cada vez a peor y los pacientes que están ingresados se ven obligados a traer comida de la calle; además de que ahora es un menú único (no se eligen platos) estamos llegando incluso a tener que darles suplementos proteínicos».
Junto a la alimentación, mucho hay que mejorar también en la confortabilidad del Hospital General: «Es un edificio con muchos años y llegado el momento en que se ha creado un segundo departamento y ahora es menos la población que se atiende, no estaría mal que habilitaran algunas habitaciones individuales en cada una de las plantas». Y es que actualmente hay al menos una planta parcialmente cerrada, cinco camas en Psiquiatría y ocho en Urgencias clausuradas, cuando la solución, a ojos del personal, debería ser «abrir esas habitaciones, en vez de tenerlas cerradas, para que otras puedan pasar a ser individuales».
