La situación económica actual ha disparado el número de trastornos mentales, ansiedades y depresiones que llegan a los hospitales públicos de la provincia en los últimos años.

En Elche, tanto el Hospital General, como en el Vinalopó, las áreas de Salud Mental han detectado que, a nivel ambulatorio, el 60% de los casos atendidos son derivados de los problemas que ocasiona la crisis.

En este sentido, la tristeza por estar sumidos en el desempleo o las dificultades económicas en el entorno familiar desencadenan una aumento de la demanda de atención médica para tratar de superar estos problemas.

«Todo esto se traduce en pacientes que presentan depresión, insomnio o ansiedad a los que se les presta un apoyo emocional y la ayuda de trabajadores sociales que les proporcionen ideas para la inserción laboral», explica Carlos Monera, coordinador de la Unidad de Salud Mental del Hospital del Vinalopó.

En esta línea, el Hospital Universitario Sant Joan d'Alacant ha detectado que la demanda de atención urgente por presentar síntomas depresivos o trastornos reactivos han aumentado en torno a un 45%, según la jefa del servicio de Psiquiatría, María Angustias Oliveras.

«Esto puede deberse al estigma que rodea al hecho de acudir al psiquiatra, hecho que hace que los pacientes demoren el momento de acudir al especialista y, cuando lo hacen, la situación ya deviene en una urgencia». La especialista afirma además que «el papel de la Atención Primaria es fundamental, y los profesionales hacen un buen cribado de los pacientes que han de ser derivados a los equipos de salud mental, pero algunos casos, debido a su complejidad de detección, es posible que sigan acudiendo a la puerta de Urgencias».

De esta forma, según Oliveras, la crisis no afecta a los trastornos mentales graves, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, pero sí puede influir en el trastorno mental común, como la ansiedad, algunas formas de depresión, el insomnio, etc. Por ello, la crispación social y la inseguridad en relación al futuro aumentan los trastornos reactivos (o adaptativos) que guardan relación con el entorno laboral.

Así, en el Hospital de Sant Joan d'Alacant han visto aumentar en alrededor de un 20% la demanda global en Psquiatría. «Vemos cómo se han acrecentado los síntomas depresivos y la desesperanza, la ansiedad, en personas que supuestamente carecen de recursos de afrontamiento de las situaciones que les han tocado vivir», explica la especialista.

Mientras tanto, en el Hospital de Orihuela los trastornos depresivos por los problemas económicos también han desencadenado en un incremento de las atenciones en torno al 10% y 15% con respecto al 2010, según la jefa del servicio, Isabel López.

Síntomas

Con ello, según los especialistas, este tipo de pacientes se caracterizan por responder de manera inapropiada, con emociones muy negativas e intensas hacia determinadas circunstancias, lo que ya supondría un motivo de atención en las consultas de salud mental.

La tristeza prolongada, el llanto constante, la sensación de estar cansados, los cambios de humor, las crisis de ansiedad, la pérdida de ilusión y la falta de apetito o sueño son, entre otros, los principales síntomas de los trastornos depresivos.

Tras este tipo de patologías, alrededor de un 30% de los casos atendidos en los hospitales públicos son trastornos mentales graves, como los bipolares y las esquizofrenias, además de asistir otras enfermedades y demencias.

Problemas de personalidad

El trastorno límite de personalidad es otra de las irregularidades mentales que están en alza y que afecta, sobre todo, a los adolescentes.

Según el coordinador de Salud Mental del Hospital del Vinalopó, los síntomas de esta patología tienen que ver con un estado de ánimo fluctuante, de alegría o tristeza repentinas.

Además, los que la sufren no se adaptan a las normas sociales, tienen conductas impulsivas, entre ellas el consumo de drogas, y reclaman mucho afecto.