Tratar de afrontar las dificultades económicas y controlar la ansiedad ha desembocado en un repunte de la ingesta de pastillas.

En este sentido, según el responsable del área de Salud Mental del Hospital General de Elche, José Vicente Baeza, en el centro hospitalario se han visto desbordados ante la llegada de pacientes con ingesta de medicamentos al estar expuestos a situaciones angustiosas.

«Tratamos entre 2 y 3 casos al día por sobredosis de pastillas, no son intentos de suicidios premeditados, pero se trata de gente que llega a estos límites impulsivamente. Mientras, una vez a la semana, sí que llegamos a tratar a pacientes que han querido quitarse la vida seriamente», explica José Vicente Baeza.

Otra de las tendencias detectadas ante el panorama actual es el incremento del consumo de drogas, como el alcohol y los porros.

«Refugiarse en las bebidas alcohólicas está muy relacionado con la crisis, los pacientes no saben el riesgo que tiene y llegan a sufrir daños cerebrales por la ingesta abusiva», explica Baeza.

Así, según los expertos, el consumo del cannabis y la marihuana también se está generalizando entre la población. Y es que, en el Hospital General han detectado cómo se ha disparado el interés por estas sustancias como una manera de automedicación.

Con ello, desde el Hospital del Vinalopó de Elche apuntan que fumar porros se ha convertido en una manera de refugiarse de la crisis, pero genera un problema de inserción laboral a los jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 24 años. Sin embargo, en el Hospital General han detectado que esta tendencia no sólo se da en los menores de 30 años, sino que el consumo de porros se ha extendido entre los que rondan los 40 años para superar el estrés de la vida y tranquilizarse ante los problemas diarios.