«La UMH vive de espaldas a la ciudad». Así de contundentes se muestran los arquitectos ilicitanos que forman parte del Ruskin Coffee, un grupo que integra a una veintena de profesionales y que se reúne semanalmente para abordar los problemas de la ciudad, y así se lo han hecho saber al concejal de Ordenación Urbana e Infraestructuras, Vicente Granero. De hecho, como destacan los arquitectos Tomás Martínez Boix y José Antonio Pascual, «la Universidad debe tener más conexiones con la ciudad». Esto, lógicamente, también les lleva a rechazar de forma rotunda el vallado perimetral que se ha proyectado para el campus. «Ahora mismo está abierta la Universidad, pero, aún así, no hay suficientes conexiones para que esté imbricada en la ciudad», lamentan. También exigen que se eliminen las casas prefabricadas construidas al norte del campus, y que estaban destinadas a las estancias de profesores, pero que siguen vacías al estar en situación ilegal.

Sin embargo, desde el Ruskin Coffee creen que uno de los principales puntos que pueden contribuir a fomentar una mayor implicación entre la institución docente y el casco urbano se apoya en la cesión de espacios por parte de una y otra institución. En esta línea, se muestran partidarios de que el Ayuntamiento pueda ceder espacios municipales a la Universidad para que organice actividades con cierta continuidad y, al mismo tiempo, que la Administración local puede disponer de instalaciones en el campus para su programación, con el objetivo, según apuntan, de conseguir implicar a la ciudadanía.

Para ello, ya han pedido al equipo de gobierno que se cree una mesa tripartita en la que estén el Ayuntamiento, la Universidad y el Colegio de Arquitectos, para poder debatir propuestas. «La Universidad ha recibido uno de los mejores solares de la ciudad para estar en el casco urbano», sentencian los arquitectos, quienes, además, critican que «en este tiempo no se ha conseguido hacer una ordenación coherente del campus».

Por otro lado, los arquitectos ilicitanos han abierto una vía de colaboración con la Universidad de Alicante, para fomentar las relaciones con la titulación de Arquitectura y sus estudiantes. Así las cosas, antes del verano ya se organizó una exposición con los trabajos de los alumnos de Urbanismo con aspectos relacionados con Elche, y este año se ha planteado en Proyectos la posibilidad de estudiar el barrio de El Raval. Las propuestas se expondrán en junio en L'Escorxador. Paralelamente, se ha programado un ciclo de mesas redondas, que tendrán continuidad el 12 de noviembre y el 9 de diciembre, sobre viviendas y espacio público. «Los estudiantes no están contaminados por los vicios, tienen mucha creatividad y creemos que pueden aportar propuestas para enriquecernos a nosotros y al Ayuntamiento», apuntan desde el Ruskin Coffee.