La Diputación Provincial de Alicante comenzará con carácter inminente con las obras para ordenar la CV-875 a su paso por Matola, en lo que se conoce como avenida de Algoda, desde la entrada a la pedanía y hasta el fin de las edificaciones, lo que supone unos 500 metros. Con ello, lo que se pretende es mejorar la seguridad vial y adaptar la calle a sus usos reales, pensando principalmente en los peatones y ciclistas. Paralelamente, el Ayuntamiento y la empresa mixta Aigües d'Elx colaborarán en la actuación para habilitar un colector de recogida de aguas pluviales y para instalar las infraestructuras necesarias para que, en un futuro se pueda llevar la red de saneamiento a más vecinos.

Los trabajos, según la información facilitada por la Diputación, persiguen mejorar la circulación peatonal, por lo que se contempla la creación de nuevas aceras a ambos lados de la CV-875, así como la ampliación de las ya existentes y la eliminación de las barreras arquitectónicas en la mayor parte del trazado para permitir el paso de las personas discapacitadas. De esta forma, se busca crear un itinerario peatonal, pero también se quiere habilitar un carril bici para, en palabras de la institución provincial, «minimizar la interferencia entre vehículos a motor, y bicicletas y peatones».

Para ello, está prevista una reordenación del tráfico rodado en la travesía y en el espacio destinado a aparcamientos en este momento, con el fin de que los vehículos reduzcan la velocidad a su paso por Matola, y que no superen los 40 kilómetros por hora. Así, está previsto que se eliminen algunas plazas de parking, ya que, a juicio de la Diputación, «suponen un riesgo importante de posibles accidentes por el mal diseño de las mismas y la escasa visibilidad durante la maniobra de estacionamiento».

Ante este escenario, se han proyectado unas isletas de hormigón en algunos tramos para resaltar el carácter urbano de la carretera a su paso por Matola. Al mismo tiempo, el proyecto habla de «bandas de aparcamientos con aceras peatonales anexas, con el fin de provocar la atención del conductor haciéndole pensar que discurre por un vial urbano y así tenga que reducir la velocidad». Mientras, los carriles de la calzada tendrán una anchura máxima de tres metros, salvo en las intersecciones, donde se ampliarán. Por lo que respecta a las aceras, sólo se habla de que «se amplíen lo máximo posible», aunque sí se apunta la necesidad de eliminar barreras arquitectónicas, especialmente en los cruces de calles, rebajando las aceras con pasos de peatones «convenientemente señalizados».

Finalmente, el carril bici tendrá una anchura mínima de 1,80 metros y se prolongará a lo largo de esos 500 metros sobre los que se va a actuar, y también se alude a la importancia de reforzar la señalización horizontal y vertical.

Por su parte, la concejal de Pedanías, Manuela Mora, indicó que «el Ayuntamiento y Aigües d'Elx van a aprovechar para hacer obras con vistas de futuro, de manera que ya se habilitarán las infraestructuras necesarias para que se pueda mejorar la red de alcantarillado o llegue a más vecinos, y también para la recogida de aguas pluviales». En este sentido, puso el acento en que «este equipo de gobierno, en colaboración con la Diputación, está trabajando en las pedanías y, además, en beneficio de la seguridad de los ciudadanos, porque esta zona de Matola no tiene ni aceras ni carril bici, y por allí todos los coches circulan como si fuera una carretera, cuando es una vía urbana».

Las obras impulsadas por la Diputación, con cuatro meses de ejecución y que está previsto que finalicen en febrero, tienen un presupuesto de adjudicación de 154.344 euros.