Después de varios años de intenso trabajo para ofrecer algo tan diferente como necesario, la UMH pone en marcha este curso un máster que nace de la creatividad y la innovación en periodismo. Como reconoce su director, el profesor Miguel Carvajal, «se pretende que los medios, las empresas y la sociedad se beneficien de un concepto bien entendido de comunicación». Nada fácil, cuando «la saturación tecnológica deforma y pervierte la esencia de la verdadera comunicación». La idea fundamental es que, entre la teoría y la práctica, nazcan nuevas empresas y «oficios» que entiendan realmente lo que sociedad necesita y lo que demanda.

¿Cuál es la filosofía, la apuesta con la que llega esta opción académica de presente y futuro?

La industria de la comunicación ha cambiado de forma radical en los últimos años, por eso la prensa tradicional ha perdido un poco el norte y vive más pendiente de resolver sus problemas económicos que de innovar. Nosotros pensamos que hay espacio para ofrecer soluciones a las necesidades de la gente. Por eso ponemos en marcha este máster, un espacio donde los estudiantes puedan pensar y diseñar soluciones a las necesidades comunicativas de la audiencia, de los lectores y de la sociedad. Para ayudarles en esa tarea, traemos a profesionales que ya están con las manos en la masa en proyectos innovadores.

¿Por qué recomendaría esta opción de trabajo académico?

Porque los medios tradicionales no ofrecen tanto trabajo como demandan los alumnos, que salen a cientos todos los años; sin embargo, percibimos que hay oportunidades de negocio en el sector de la comunicación digital, hay trabajo para gente flexible, autónoma y con capacidad de adaptarse a los nuevos lenguajes. Por eso les decimos que dejen de buscar trabajo, que lo creen ellos mismos.

¿Qué distingue a este máster?

En este máster se premia la acción. Si un estudiante termina el año con un proyecto empresarial, incluso con financiación, ese alumno se merece un título. Ha creado negocio, o lo va a crear. Eso vale más que 500 horas escuchando a profesores. Por eso nuestro máster funciona como un acelerador de proyectos. Los estudiantes tienen un entorno de trabajo colaborativo, creativo, abierto y dinámico para idear, desarrollar e impulsar su proyecto. Eso es en lo que creemos: no escuchar más y ponerse a trabajar.

¿El beneficio va más allá del colectivo de estudiantes?

La sociedad en general, especialmente la alicantina y la del Levante, se va a beneficiar de un foco creativo de gente creando proyectos y cubriendo necesidades informativas y de comunicación.

¿Y eso en qué se traduce?

En que vamos a revitalizar el tejido industrial de la comunicación digital y del periodismo. Ahora mismo, la economía de la comunicación, la economía creativa, es uno de los sectores más vigorosos del mundo, porque vivimos en una sociedad conectada las 24 horas del día?

¿Cuáles son las características de esa economía de la comunicación de la que habla?

Economía de la comunicación o economía creativa es todo el sector que se mueve en el contexto digital, y que ayuda, facilita o complica la vida cotidiana de las personas. Economía creativa es un joven en un garaje subiendo un vídeo a Youtube con millones de visitas, es un informático en la India que crea una aplicación móvil para consultar al médico o es un estudiante de Periodismo de Elche que ayuda a varios empresarios de la zona a posicionarse mejor en las redes sociales.

Pero, da la sensación de que nunca se llega a tiempo...

Precisamente porque hay saturación de contenidos, de vídeos, de redes sociales y de noticias, es más necesario que nunca que haya gente capaz, formada, que sepa traducir esas realidades complejas. En el máster vamos a ofrecer un entorno de estudio y trabajo para que los proyectos de los estudiantes resuelvan realmente el problema de alguien, para que hagan la vida más fácil y comprensible a la audiencia.

Y en ese sentido, ¿cómo considera que se ha gestionado la comunicación en torno a acontecimientos como el ascenso del Elche a Primera o su participación en la Liga BBVA tras 25 años?

El ascenso del Elche es una de esas grandes historias que se comunican fácilmente, porque la comunicación se basa en la sintonía entre corazones... por eso nos ha tocado la fibra sensible y por eso toda la sociedad se vuelca y aprovecha el tirón. Si hay sintonía, todo lo demás funciona. Quizás, el ascenso franjiverde es el mejor ejemplo de las historias que hoy interesan a la audiencia. Pero el éxito de un comunicador no solo está en contar un éxito deportivo, sino en saber ver y contar las pequeñas batallas de la sociedad cada día. En nuestra ciudad se ha sufrido especialmente los efectos de la crisis y que el club suba es una gran noticia. Hay muchas historias que pueden interesar a la audiencia, o que necesita conocer, y hay que saber verlas, sintonizar y saber contarlas.