¿Estamos en un momento crítico con la ciberdelincuencia?

Ha aparecido un nuevo ámbito de comunicación social paralelo al mundo físico, por lo que hay crímenes en el ciberespacio, no solo económicos (fishing, fraude informático...), sino también bulling (acoso escolar en las redes sociales y del móvil), ciberacoso, injurias... Con la diferencia de que no hay límite geográfico para elegir a la víctima. Estamos intentando estudiar cómo se hace la elección, qué hace la víctima sin querer para serlo.

No tener Internet en casa o no darle un móvil a los niños está ya un poco complicado...

Podríamos reducir el crimen sobre nuestra hija encerrándola en un castillo, pero creo que la tecnología no es la enemiga. Lo importante es saber qué uso le tenemos que dar. Y es esencial implicar más a determinados sectores, para que igual que no se venden coches sin frenos no se vendan ordenadores sin antivirus. Hemos demostrado que las personas que no usan antivirus o tienen software pirata tienen más probabilidad de sufrir un ciberataque, incluso personal. Igual que el agresor elige a la mujer menos protegida en el callejón más oscuro.

¿Y cómo nos protegemos?

Estamos todos ahí sin saber lo básico. En el espacio físico sabemos aquello de «no hables con desconocidos» o «no vayas por sitios oscuros», pero el equivalente en el ciberespacio no lo tenemos. Antes necesitamos saber con certeza cuáles son las conductas de riesgo.