El inicio del curso escolar para Infantil y Primaria estuvo marcado ayer en Elche por voces de protesta, que quisieron dar el pistoletazo de salida poco antes de que sonara la sirena para entrar a clase con la lectura de un manifiesto. La Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic del Baix Vinalopó escogió para su protesta las puertas del Colegio Clara Campoamor, anexo a los terrenos que el Ayuntamiento ha aprobado ceder para la construcción de un Centro de Iniciativa Social (CIS), lo que para quienes participaron en la protesta no es más que un eufemismo para referirse a la gestión privada de la educación pública.

Pep Coll, portavoz de la Plataforma, repasó «todos los recortes que está sufriendo la escuela pública», enumerando desde la deuda que la Generalitat mantiene con los colegios a los proyectos de ampliación y construcción de nuevos centros que están aparcados desde hace años, a la no convocatoria de becas para libros o la desaparición de 54 maestros de Primaria con respecto al año pasado, la persistencia de barracones en los que se imparte clase, el despido de interinos con amplia experiencia...

La concentración se posicionó en contra del CIS, al considerar que no garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a educación de calidad: «No tiene sentido que la administración pública entregue terrenos para que las empresas hagan negocio con la educación, nos están vendiendo una trampa diciéndonos que defienden la libertad de elección, pero los únicos que van a tener esa libertad van a ser los que tengan dinero». En este sentido, la Plataforma aseguró que un proyecto idéntico se ha logrado paralizar en Torrent por la movilización ciudadana. También la Asociación de Vecinos Ciudad Deportiva Universitaria quiso defender ayer «el derecho básico establecido en nuestra Constitución a una educación de calidad para todos» y se opuso a la construcción del CIS.

En cualquier caso, 7.400 niños de Infantil y 14.800 alumnos de Primaria se incorporaron ayer al «cole» después de las vacaciones, deseando reencontrarse con sus amigos y ajenos en muchos casos a las protestas, mientras algunos de sus maestros y padres reclamaban la construcción del instituto Número 11, un comedor para el Jaime Balmes o la ampliación de centros que dan clase en barracones.

Políticos

En cuanto a las valoraciones políticas, el concejal de Educación, Daniel McEvoy (PP), aseguró que las clases «han comenzado con total normalidad» y con todos los docentes en sus puestos (aunque en algunos colegios aún no se había nombrado a sustitutos para maestros de baja), añadiendo que se ha instalado calefacción en La Galia.

Por su parte, la concejala del PSOE Blanca González consideró que el inicio del curso «viene marcado por la falta de recursos económicos de muchísimas familias ilicitanas que no van a poder disfrutar de ayuda para libros, con ratios por encima de lo normal, falta de profesores, por la cesión de un terreno público para un colegio privado... En definitiva, por falta de apoyo a la escuela pública, que necesita recursos económicos, más profesores, estabilidad en el profesorado y una calidad que año a año vamos perdiendo con este Gobierno en la Comunidad Valenciana».

El coordinador de Esquerra Unida en Elche, Juan Antonio Cano, subrayó la «enorme deuda» que la Generalitat mantiene con los centros públicos; la portavoz de Compromís per Elx, Mireia Mollà, tildó de «indecentes» las carencias con las que se inició el curso escolar; y Republicanos Elx habló de «precarización educativa».