Una mezcla del flamenco y tecnología es lo que caracteriza las bandas sonoras para danza que realiza el ilicitano Héctor González Sánchez. Tras sus comienzos en Elche, con las compañías de sus padres, Antonio González, de La Carátula, y Pilar Sánchez de Dansaires, decidió marcharse a Madrid a especializarse en baile. Así, gracias su particular estilo, obtuvo diversos galardones como el reconocimiento a Autor Revelación 2011 en los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias de Música. Actualmente, se plantea diversos proyectos en mente crear un sello discográfico musical, o regresar a sus orígenes, donde quiere gestar proyectos con artistas de la zona como la bailarina Asun Noales.

Su bandas sonoras se caracterizan por mezclar dos estilos muy diferentes, flamenco y tecnología, ¿de dónde surge la idea de combinar ambas?

Mis dos hermanas estudiaron danza con mi madre, una es bailarina de contemporáneo, y la otra de flamenco. Esta última tiene un «tablao», donde me enseñó todas las vertientes del flamenco. Tuve oportunidad de conocer a diversos bailaores y cantaores y aprender de ellos. Soy un único en mi especie, no hay mucha gente que mezcle la vanguardia electrónica y el contemporáneo con el flamenco, por eso me buscan.

¿Y tu vertiente electrónica de dónde procede?

Me gustan mucho los ordenadores y estar al tanto de los últimos avances científicos. La electrónica es mi hobby. Esta vertiente te permite abrir mucho el campo estético con los elementos de folclore. Mi padre siempre me lo decía: Héctor, busca en las raíces. Y es lo que pretendo hacer.

Gracias a este estilo ha recibido diversos reconocimientos como el Premio a Autor Revelación en la Academia de las Artes y las Ciencias de Música, ¿qué ha significado esto para usted?

Es un orgullo muy grande recibir premios por tu carrera. Me quedo con el momento en el recogí el premio como Autor Revelación, y me vi rodeado de grandes artista. Mi último trabajo, «Titanium» también está obteniendo muy buena crítica y hasta se ha llagado a presentar en Israel, ya veremos qué sucede.

Se ha especializado en el ámbito de la danza para teatros, pero también ha realizado un proyecto audiovisual, ¿cómo fue la experiencia?

«Efímera» fue mi primer cortometraje para cine, realizado por Diego Medina. Fue un trabajo interesante. Aprender y ver las imágenes con tu música es gratificante.

¿Qué prefiere realizar bandas sonoras para espectáculos o para un cortometraje?

Es una experiencia muy distinta, me gustan ambas. De pequeño soñaba con hacer música para cine, pero sentarte a ver un espectáculo con tu música también es muy gratificante. «Efímera» fue reconocido hasta en Los Ángles, e incluso, llegamos a presentarlo al Festival de Cine Independiente de Elche.

¿Se ha planteado volver a Elche?

Me encantaría trabajar en Elche. En Madrid se está muy bien trabajando, me siento privilegiado de poder estar dedicándome a lo que me gusta, la composición. Pero en un futuro quisiera gestar o colaborar con un proyecto de Elche. Estaría bien realizar algo con la orquesta de la ciudad o hacer un ballet para la escuela de mi madre.

¿Se plantea trabajar junto a la bailarina Asun Noales?

Algo hemos hablado y quizá en algún momento se produzca una colaboración, un proyecto conjunto. He coincidido con ella profesionalmente y me gusta mucho su forma de trabajar.

De cara al futuro, ¿qué planes tiene en mente?

Tengo diversos proyectos pendientes como volver a colaborar con Teresa Nieto en Compañía, poner música a finales de año a «Alicia en el país de las maravillas» de Dansaires y colaboraré con el Royal Ballet de Amberes. Y tengo planes personales como realizar un homenaje al piano a mi padre, fallecido en enero. Además, crearé un sello discográfico solidario que combine música y pueda ayudar a los demás. Estará asociado con campañas solidarias y ONGs y se llamará Glocal Sound. La idea es juntar músicos de nacionalidades distintas y hacer un algo solidario.