La presidenta de la Asociación de empresas turísticas de Elche hace balance de la segunda quincena de agosto, tras la iniciativa municipal a que los establecimientos abran sus puertas durante este periodo para atender a los ilicitanos que no se van de vacaciones, así como a los visitantes que acuden a la ciudad a pasar sus vacaciones. Asegura que a pesar de que en la ciudad ha habido más gente que otros años, no se ha traducido en un aumento del volumen de negocio. Sin embargo, anima a abrir las puertas para dinamizar la ciudad, sobre todo a los establecimientos dedicados al sector servicios y restauración, los más demandados en vacaciones.

¿Sale rentable abrir en el mes de agosto? ¿Han mejorado las ventas?

La sensación que me transmiten los comercios con los que he hablado es que la cosa se mantiene igual que el año pasado. Sí que hemos notado una mayor afluencia de gente que el año pasado, pero no se ha traducido en un aumento de los ingresos, la gente no gasta como antes, ni siquiera en vacaciones, aunque quien quiera ganar dinero, debe tener la persiana subida, por lo que muchos prefieren abrir, aunque a veces, si echas números, al final echas el cierre.

¿Por tanto, es usted partidaria de abrir durante este mes?

Depende. Entiendo que el pequeño comercio eche el cierre, que las tiendas se tomen un descanso y bajen las persianas. Sin embargo, el sector servicios sí debería hacer un esfuerzo. Hay mucha más gente en Elche que otros años, y aunque esa gente no vaya y se compre un suéter, sí sale a tomarse una caña. Hoy mismo (por ayer) he ido a tomarme un café a la calle Filet de Fora y estaban todas las cafeterías cerradas, deberían coordinarse para cerrar porque, así atraerían la clientela de las demás. La idea de que el comercio abra se lleva desarrollando varios años. Muchos continúan cerrando porque piensan que al pequeño comercio no va a salvarle el verano el descenso de ventas del resto del año.

¿Qué hace falta para que los comercios se animen a abrir sus puertas estos días de agosto?

Esto es algo en lo que tenemos que trabajar todos, administración, ayuntamientos y comerciantes. Muchos establecimientos, sobre todo el pequeño comercio cierra porque el personal se va de vacaciones y contratar a alguien solo para estos meses no sale rentable. Si hubiese mayor flexibilidad en los contratos y el coste de las contrataciones fuese menor, muchos se animarían a contratar a alguien durante el verano y mantener abierto.

¿Existe falta de motivación entre los comerciantes?

La gente está muy desmotivada. No solo por la segunda quincena de agosto. El volumen de ventan durante todo el año ha descendido mucho, y en vacaciones aún es peor. El pequeño comercio está muriendo. Por tanto, hay que ponerse las pilas, la crisis tiene la culpa de muchas cosas pero nosotros también debemos ponerle imaginación e innovar para atraer a turistas e ilicitanos.

¿La falta de clientela es más acusada en los barrios?

Completamente. En el centro de la ciudad es donde suele concentrarse más gente y los turistas que visitan la ciudad. El comercio en los barrios es comprensible que cierre, tiene una clientela habitual, y si esa clientela se va de vacaciones, poco pueden hacer los comerciantes para cubrir ese hueco.