Elche vuelve a tener unos de sus símbolos, la fuente de la Glorieta. Una infraestructura hídrica que pese a no estar en el lugar para el que fue inicialmente concebida, el centro de la ciudad, sigue captando el interés de los ilicitanos.

La réplica de la fuente que se construyó a finales de los sesenta luce ahora en la nueva zona del Parque Municipal de Elche, una área de 1.000 metros cuadrados que se ha ganado para esta parte esencial del palmeral ilicitano.

La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, junto con representantes de Aigües d'Elx, que ha construido la fuente, miembros de la corporación municipal y vecinos de la ciudad, puso en funcionamiento la infraestructura y la iluminación especial que se ha instalado en la zona para dar más realce a este nuevo espacio ilicitano.

Y es que es junto a la fuente luce también una palmera datilera con siete brazos donada por la familia Rico Antón.

Además en esta zona del Parque Municipal de Elche destaca desde ayer la recuperada acequia de Candalix y un mural de lavanderas en relieve que ha realizado el ilicitano Jerónimo Fernández.

Un entono idílico que ayer lo era más gracias a la música de un cuarteto de cuerda que patrocinó el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y que llenó de música jazz el corazón del Palmeral de Elche.