El déficit de nichos en los camposantos municipales que hay en el casco urbano va camino de convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para el equipo de gobierno. En estos momentos, sólo hay disponibles 218 tumbas en el Cementerio Nuevo, todas ellas de cuarta fila, lo que supone la mitad de las que había a finales de marzo, cuando se cifraron en 400. Por ello, la concejal del área, Manuela Mora, ya anunció precisamente en marzo la construcción de 480 sepulturas sencillas y 640 dobles. Sin embargo, las cosas han cambiado ahora. Y es que, según precisó ayer, finalmente se construirán 508 nichos sencillos y 200 dobles, pero no estarán para octubre, como se dijo inicialmente, sino que la ejecución comenzará ese mes precisamente. Con ello, las tumbas no estarán hasta finales de este año o principios del próximo, si no vuelve a haber imprevistos.

Desde el Gobierno municipal afirmaron que la reducción en el número de plazas respecto al proyecto inicial ha sido consecuencia de «cuestiones técnicas» en lo que al espacio se refiere, aunque afirman que, poco a poco, se irán ampliando, en función de las necesidades que se vayan generando.

La situación, lógicamente, se ve con recelo desde los sectores implicados. No en vano, según las cifras que dio Manuela Mora, de media se producen 100 enterramientos al mes en Elche, de los que más del 80% tienen lugar en el Cementerio Nuevo. Además, la mitad de las sepulturas se realizan en estos momentos en tumbas libres. Así las cosas, son muchos los que temen que, de aquí a unos meses, no queden nichos libres en el casco urbano. Mientras, desde el equipo de gobierno inciden en que «no va a haber ningún problema, porque hay de reserva».

Más allá de la carencia de tumbas, los usuarios se enfrentan a un segundo problema: en la actualidad únicamente quedan de cuarta fila, que son las más baratas, pero también porque son las que menos demanda tienen. Esta situación ha dado pie a que en los últimos meses hayan proliferado las quejas entre aquellas personas cuyo familiar tenía contratado un capital equivalente a una tumba de categoría superior las más cotizados son las de segunda fila y, finalmente, se ha tenido que conformar con una de cuarta, con el consiguiente reintegro por parte de la compañía aseguradora. Es más, hasta ahora, lo habitual es que la gente contratara un capital menor y, llegado el caso, abonaban la diferencia para acceder a un nicho de categoría superior.

Fuentes del sector consultadas por este periódico confirman que ésta es la tercera vez que se da esta situación en Elche, aunque sí es cierto que, como reconocen, las críticas no han sido tan duras como anteriormente. «La crisis sí se ha notado ahí, porque la diferencia de un nicho de segunda y de uno de cuarta es de algo más de 1.200 euros y, por eso, si la persona recibe la diferencia en metálico, no lo nota tanto», relata un trabajador del sector.

Paralelamente, hay quien alerta de que esta circunstancia se le puede volver en contra al Ayuntamiento, ya que parece que ya hay quien ha dejado caer su intención de comprar un nicho de una categoría superior cuando se pongan a la venta para poder trasladar los restos de sus familiares a las nuevas construcciones. La elección no es casual, ya que, tradicionalmente, los de segunda fila han sido los más solicitados, seguidos por los de primera, sobre todo por la «accesibilidad» que presentan a la hora de acondicionar las lápidas, y especialmente para las personas de más edad, que, de esta manera, no tienen que recurrir al uso de una escalera para limpiar.

El hecho de que sólo hay tumbas de cuarta fila también ha dado lugar, según los especialistas, a que en estos momentos la mitad de enterramientos se hagan en nichos ya ocupados, cuando lo habitual es que el 80% fueran en sepulturas libres del Cementerio Nuevo.

Presupuesto de 600.000 euros

Manuela Mora anunció ayer la construcción de los nuevos nichos, después de que Pimesa aprobara el lunes el pliego de condiciones, con un proyecto elaborado por los propios técnicos municipales. Con la reducción del número de nichos, el presupuesto máximo de licitación también ha caído, de manera que pasa de los 1.088.000 euros que se establecieron hace unos meses a los 628.618,12 euros de ahora.

Por lo que respecta a las tarifas, se mantienen las que hay en vigor. De esta manera, los precios oscilan entre los 1.440,27 euros que vale un nicho sencillo de segunda fila 2.305,13 si son dobles a los 181,90 euros de los de cuarta 273,94 sin son dobles, pasando por los 3.466,34 euros de las sepulturas con sótano.

Pimesa comenzará a comercializar los nichos en septiembre, y la novedad es que, por primera vez, se pondrán a la venta de forma anticipada los nichos sencillos también, algo que hasta la fecha sólo era posible para los dobles, mientras que los «individuales» se comercializaban coincidiendo con las defunciones, con el fin de evitar que se agotara el espacio y para frenar posibles situaciones de especulación.

Las tumbas se construirán junto a la última ampliación que se hizo hace unos años, en la parte sur del Cementerio Nuevo, situada a espaldas del lugar en el que está la entrada principal a este camposanto.