­La crisis económica también está pasando factura a las arcas municipales. Sin ir más lejos, la recaudación por la plusvalía cayó el año pasado un 42% respecto a 2007, de forma que se pasó de los 10,6 millones de euros a los 6,2 millones del ejercicio pasado, fundamentalmente por la caída de las compraventas de propiedades inmobiliarias, según los datos que maneja el área de Hacienda en estos momentos. No en vano, este tributo grava el incremento de valor de solares, viviendas, aparcamientos o locales comerciales, siempre que sean de naturaleza urbana, cuando se cambia de titularidad a través de cualquier transmisión, sea compraventa, cesión, permuta o herencia, y también en el caso de usufructos, por ejemplo.

No obstante, la caída más feroz se produjo entre los años 2008 y 2009, cuando se llegó, a efectos recaudatorios, a los 5,8 y los 5 millones de euros respectivamente, para registrar un ligero repunte en 2010 y 2011, con 6,3 millones y 6,7 millones de euros. De hecho, en 2012 hubo una nueva desaceleración respecto al ejercicio anterior, que se tradujo en unos ingresos a la baja, con unos 500.000 euros menos.

Por número de escrituras formalizadas, la rebaja llegó casi a la mitad el pasado año, respecto a las cifras de 2007, ya que de las 10.729 de hace seis años se pasó 5.729 en 2012, y ello pese a que las peores cifras de este periodo se detectaron en 2011, con 5.448 escrituras. Sin embargo, en lo que a número de expedientes se refiere, en 2007 hubo 18.144, frente a los 8.830 del ejercicio pasado, y los peores datos fueron los de 2009, con 6.702 casos, lo que se explica por la confluencia de varias personas en una misma escritura.

Es más, informes municipales sobre las transacciones inmobiliarias de viviendas en este tiempo también ponen de manifiesto este descenso progresivo, de forma que frente a las 4.127 operaciones de 2007, se llegó a las 1.503 en 2012, de las que 415 fueron por pisos de nueva construcción y 1.088 por casas de segunda mano. En este caso, asimismo, al igual que sucede con las escrituras, los número tocaron fondo en 2011, con 1.429 operaciones, de las que 918 fueron por viviendas de segunda mano.

En el histórico de estos seis últimos años, agosto de 2007 fue el que contabilizó un mayor número de escrituras formalizadas, con 1.439, mientras que en el lado opuesto se situó mayo de 2010, con 206 operaciones. En cualquier caso, en diciembre del año pasado se firmaron 865, alcanzando así las mejores cifras de los últimos cuatro años, de manera que hay que remontarse a diciembre de 2008 -con 916- para encontrar unos datos mejores. Paralelamente, desde julio de 2007 ya no se ha vuelto a superar el millar de escrituras.

El concejal de Hacienda, Manuel Latour, incide en que, «desde el año 2007, todos los ingresos municipales, en términos generales, han ido cayendo por la crisis, aunque en este caso el año pasado se registró un descenso del 42% respecto a 2007, pero algo similar ha sucedido con las sanciones de tráfico y, especialmente, con el ICIO, que de ingresar 8,5 millones de euros en 2007 pasó a 500.000 euros en 2012».

El edil pone el acento en que, «pese al diferencial de ingresos, hemos ido manteniendo los servicios, y este año incluso se han congelado los impuestos, las tasas y los precios públicos». En esta línea, afirma que «nuestro objetivo no es recaudar por recaudar y, por eso, el equipo de gobierno ha equiparado este año los terrenos urbanizables sin desarrollar a los rústicos».

Lógicamente, en el caso concreto de la plusvalía, Latour atribuye estos datos al descenso en las operaciones de compraventa. «Herencias sigue habiendo prácticamente las mismas, pero ya no se compran tantos pisos, ni locales, ni plazas de aparcamiento como hace unos años, y eso ha tenido sus efectos desde el punto de vista recaudatorio», sentencia.