«¿Está cerrado? No puede ser». Ésta, quizás, fue la frase más repetida ayer a las puertas de los centros de salud de Altabix, El Pla, El Raval o San Fermín, que ayer estuvieron cerrados, después de que la dirección del departamento Elche-Hospital General haya cambiado la libranza del 28 de diciembre, que este año cae domingo, por el 24 de julio, que era ayer. El goteo de usuarios fue continuo en todas y cada una de las infraestructuras sanitarias. Algunos empujaban la puerta una y otra vez, pensando que ése era el problema, hasta que llegaba otro paciente y le informaba del cierre; otros leían los carteles y simplemente se encogían de hombros y se marchaban; y hubo quien empezó a jurar en arameo por el cabreo. «Si la fiesta es mañana -por hoy, día de Sant Jaume-, porque cierran hoy», se cuestionaban mientras veían los carteles en los que se informaba del cierre y se les aconsejaba ir al PAS de El Toscar en caso de urgencias.

La práctica totalidad de los pacientes iban a recoger recetas o a pedir cita. Algunos se resignaban y prometían volver mañana viernes, cuando los centros recuperen la normalidad; y otros denunciaban que tendrían que ir a la farmacia y pagar los medicamentos porque habían apurado hasta ayer, cuando se cumplían las prescripciones.

La estampa, no obstante, era totalmente diferente en el PAS de El Toscar, donde los pacientes apenas tuvieron que esperar para pasar a la consulta durante la mañana. No en vano, la directora de Atención Primaria del Departamento de Salud del Hospital General, Cristina Martínez, precisó que, hasta las 14 horas, se habían registrado 46 consultas médicas y 48 de enfermería, e incluso se le llegó a hacer una receta de un anticoagulante a un señor que la necesitaba. También indicó que el servicio del PAS se reforzó, para disponer de tres médicos, tres enfermeras y dos celadores, y que el consultorio de La Marina estuvo abierto con normalidad.