­De forma más intensa en verano, en la playa, un día soleado, pero también en invierno, un día nublado, en la montaña o por la calle: los dermatólogos insisten en que durante todo el año las personas estamos expuestas al sol y por ello no debemos bajar la guardia y protegernos de los rayos del astro rey, algo que solo tenemos en cuenta en la época estival.

Y es que a la larga los efectos se notan, de hecho los expertos advierten de la aparición de tumores de piel cada vez a edades más tempranas (20-30 años), en zonas que están más expuestas al sol sin protección como son la nariz, el cuero cabelludo en personas con poco pelo e incluso las orejas.

El dermatólogo del Hospital del Vinalopó, Pedro Lloret Lluna, apunta que «la gente asocia la exposición al sol con ir a la playa, cuando es algo que nos afecta incluso caminando, durante todo el año». Pedro Lloret explica que «donde se observan más tumores de piel es en las zonas más prominentes en las que el sol incide de forma vertical generalmente, por eso insistimos en la necesidad de que se utilicen sombreros y protectores solares».

«La gente tiene toda la información, pero no cumple las recomendaciones salvo para bebés o niños pequeños», dice Lloret, quien añade que «sabemos que no debemos exponernos al sol de 12 a 16 horas y la playa está a rebosar».

Así, apunta el experto del Hospital del Vinalopó, «la piel ´´tiene memoria´´y el bronceado y las quemaduras de hoy son el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro de mañana, en forma de manchas en la piel y arrugas».

Desde el Hospital General de Elche, el jefe del servicio de Dermatología, Jaime Matarredona, asegura que «nadie se pone la cantidad de protección solar adecuada».

Jaime Matarredona explica que «la mayoría de las personas aplican 0,5 a 1,5 mg/cm2, cuando se debe aplicar 2 mg/cm2». De esta forma un protector solar de factor 30 se convierte en un factor 3. Por su parte, Pedro Lloret recuerda que «el protector solar hay que ponérselo antes de salir de casa, unos 30 minutos antes y repetir cada dos horas». Además, indican que «los que especifican que son resistentes al agua, apenas resisten dos inmersiones, y los muy resistentes cuatro».

Sobre el factor adecuado los expertos detallan que «el factor de protección solar es un índice que multiplica el tiempo que necesitas para ponerte rojo, y sólo nos informa de la protección frente a UVB». Para gente con piel que se broncea fácilmente se aconseja un factor a partir de 25, mientras que para aquellos que se queman con facilidad se recomienda utilizar un 50.

El dermatólogo del Hospital General despeja otra incógnita: ¿Podemos quemarnos un día nublado debajo de una sombrilla? Jaime Matarredona explica que «podemos recibir mayor radiación solar que un día soleado, ya que al filtrarse los rayos que nos dan calor permanecemos más tiempo en la playa y nos llega a la piel mayor radiación». Por contra, expone el dermatólogo, «cuando estamos expuestos al sol, el calor que recibe nuestro cuerpo hace que notemos más que el sol quema, con lo que tendemos a evitar la exposición solar».

Consecuencias

Y todos estos consejos los profesionales los dan para evitar males mayores porque en cada uno de estos hospitales cada semana se operan alrededor de veinte tumores de piel, mientras que anualmente se detectan unos 40 melanomas por centro.

Lunares

­Aunque mucha gente lo hace, los dermatólogos indican que no es necesario revisarse los lunares o nevus porque sí. Jaime Matarredona explica que «los lunares son lesiones benignas compuestas por acúmulos de melanocitos y siempre percibimos que con la llegada del verano aumenta el interés de la gente por conocer su estado».

Así, Matarredona indica que «los lunares empiezan a aparecer en la infancia y durante la juventud, y hasta los 50 años aumenta el número de lunares y el tamaño de los mismos». Esto, dice el dermatólogo del Hospital General de Elche, «es un hecho natural y no debe ser motivo de preocupación».

El experto apunta también que «los lunares son lesiones benignas que no requieren tratamiento, y la mayoría de los melanomas aparecen en piel normal, por lo que la extirpación rutinaria no está indicada».

No obstante, el experto apunta que «se debe consultar al médico los lunares que cambien en poco tiempo de color, forma o que crezcan rápidamente, si no no es necesario realizar una revisión de los lunares».