El pleno del Ayuntamiento de Murcia aprobó el 3 de septiembre de 2004 una modificación puntual del Plan General Municipal de Ordenación (PGMO) que beneficiaba a la empresa Promociones Bamendi, perteneciente al Grupo RS, cuyo propietario es el empresario ilicitano Ramón Salvador Águeda. La decisión tuvo lugar cinco días después de la fiesta que este empresario ofreció en su yate en el puerto de Dénia, a la que asistió, entre otros, el entonces concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, Fernando Berberena Loperena, quien votó a favor en el pleno en el que aprobó la modificación urbanística. Así lo señala el fiscal Anticorrupción de Murcia, Juan Pablo Lozano, en el último informe que ha remitido al juez David Castillejos. El fiscal destaca también que otro de los asistentes a la ya famosa fiesta del yate, el entonces jefe de Planeamiento Urbanístico del Ayuntamiento de Murcia, Joaquín Peñalver, "cobró 376.820 euros del señor Ramón Salvador Águeda, a través del despacho Urbanitas y Abogados, por intermediar en la venta de la principal finca urbanizable" afectada por la modificación que se realizó en la normativa urbanística municipal. Estas actuaciones, sin embargo, se investigan en el caso Barraca, cuya instrucción se realiza en el Juzgado de Instrucción Número 4 de la capital murciana.

"Las operaciones delictivas que rodean a la modificación puntual número 56 del Plan General de Murcia son una muestra más para acreditar cómo el planeamiento tramitado por el Ayuntamiento de Murcia ha sido un verdadero fraude en muchos de sus proyectos, al servicio exclusivo de los promotores y de personas vinculadas al Ayuntamiento y al margen del verdadero interés general de la ciudadanía", resalta Juan Pablo Lozano en el demoledor escrito.

El Ministerio Público llama también la atención sobre el hecho de que el empresario de la fiesta del yate comprara el Teatro Circo seis días antes de que el Ayuntamiento de Murcia, con informe de Peñalver y con el visto bueno de Berberena, aceptara que los empresarios pudieran tener más edificabilidad en sus terrenos a cambio de financiar una actuación de interés municipal, en este caso el Teatro Circo. El fiscal sospecha que el empresario pudo tener información privilegiada.

Los "falsarios" dos millones de Renato

El fiscal califica de "falsarios" los dos millones que Renato del Noce, uno de los principales imputados, se reservó como honorarios en el convenio para la rehabilitación del Casino de Murcia. "Percibir dos millones de euros como coordinador de obra supone un coste inexplicable para todos los que han declarado en este caso, excepto para Renato. No se duda de su capacitación, pero lo que se constata son sus buenas relaciones personales", dice.