Los limpiadores y limpiadoras del Hospital del Vinalopó aseguran que llevan dos años reclamando a su empresa que se les reconozca un complemento salarial por la peligrosidad que comporta trabajar en quirófanos, habitaciones con enfermos e incluso pacientes aislados (en concreto, se refieren al Plus Tóxico, Penoso y Peligroso, que supone un 23% del salario base). Es un derecho que sí tienen trabajadores similares de otros centros de salud y hospitales gestionados por la Conselleria (de gestión pública) y otros como el Hospital de Torrevieja (de gestión privada y a cargo de la misma empresa de limpieza). Quieren además que se les aplique el convenio de limpieza hospitalaria en lugar del que ahora tienen, que es de limpieza de edificios y locales, con el que cobran 860 euros al mes por seis días de trabajo semanales y 6,5 horas diarias.

La presidenta del comité de empresa, María Dolores Salazar, recurrió ayer a este diario al encontrarse con que la Gerencia de la empresa de la que dependen (Limcamar, cuya versión intentó ayer conocer sin éxito este diario) no se presentaba a la reunión prevista, y después de comprobar que su intención era concederles un 5% de ese complemento a partir de 2014 pero solo si aceptaban que no se sustituyeran las vacaciones.

La representante de CC OO valora que la propuesta es inadmisible, igual que lo era la anterior: Según sostiene, la empresa accedió a ir aplicando año a año el plus de peligrosidad pero con la condición de que el absentismo por cuestión de baja se redujera a menos de un 3%. María Dolores Salazar considera que esta propuesta es ilegal porque no pueden controlar cuándo se ponen enfermos, y además inviable porque el nivel de bajas es muy elevado. Los trabajadores, de hecho, lo atribuyen a la carga de trabajo, y es que según un informe de accidentabilidad de la mutua FREMAP, el 43,75% de las bajas de 2012 fueron por "sobreesfuerzo físico sobre el sistema musculoesquelético" (lo que equivale a siete accidentes).

Entre otras cuestiones, la plantilla reclama que no se reduzca más el número de puestos de trabajo, que ha pasado de 50 personas a 35 (una 30% menos) desde que se abrió el hospital en 2010 sin que haya bajado el nivel de trabajo, puesto que "ahora hay que limpiar más que cuando se inauguró". Piden que se refuerce para tareas puntuales y limpiezas más a fondo o para vacaciones y añaden que "el cansancio es insufrible, no podemos más y estamos cayendo como moscas", en palabras de la presidenta del comité (en el que están representados CC OO, UGT y CSIF). Sin embargo, temen perder sus trabajos y por eso no se plantean ninguna medida de protesta.

Sostienen que hacia la Gerencia y el personal del Hospital solo tienen buenas palabras. En cualquier caso, sí que señalan que su empresa es adjudicataria del servicio por parte de la Conselleria y que la privatización de este tipo de tareas implica que la administración pierda el control sobre las condiciones de trabajo en sus propias instalaciones, dado que ellas dependen ahora de la voluntad de esta empresa y dentro de un año de la que resulte adjudicataria en el próximo concurso.