En muchas ocasiones conflictos de herencias, comunidades de propietarios o patrimonio se pueden resolver sin tener que acudir al juzgado. Existen caminos más baratos, más ágiles y que suponen menos desgaste psicológico para las partes, pero para ello hay que estar dispuesto a someterse a una mediación. Eso es lo que propone el Ilustre Colegio de Abogados de Elche, que presentó ayer el Centro de Mediación, un órgano integrado por letrados que han cursado especializaciones en mediación Familiar, Civil y Mercantil y que se ofrecen para articular un proceso de reuniones y conversaciones que busca culminar en un acuerdo entre los implicados, sin someterse al dictamen de un tercero (el juez). Como abogados tienen también las herramientas para dar después validez legal a las medidas acordadas: Si en una empresa familiar se decide cambiar el administrador único o si una pareja que se divorcia pacta unas condiciones de custodia de los hijos, el letrado dará después los pasos para "homologar judicialmente" esas decisiones o para elevarlas donde corresponda.

Todo ello depende del objeto de la mediación, porque "no todo es "mediable"", reconoce la decana de abogados, María del Carmen Pérez, y porque hay que distinguir qué acuerdos pueden alcanzar validez jurídica. Para eso los cursos que el colegio ha impartido en colaboración con la Universidad Miguel Hernández y el CEU San Pablo en los últimos años. Los abogados inscritos en este servicio (que acreditan su formación y antigüedad como ejercientes) se regirán por unos estatutos y se distribuirán los asuntos que irán llegando por dos vías (voluntariamente por las partes en conflicto, o derivados por decisión de jueces).

Los profesionales presentes ayer en la apertura del Centro coincidieron en señalar que no está extendida en España la cultura de la mediación. Para intentar fomentarla, el letrado Jaume Sempere abogó por incluir en los estatutos de comunidades de propietarios o en constituciones de empresas cláusulas para someter a los vecinos o socios a la mediación como paso previo a los tribunales.

Intrajudicial

La mediación ya ha estado funcionando en los últimos tres años de forma intrajudicial en Familia, es decir cuando el juez deriva un caso a este servicio invitando a las partes a que intenten llegar a un acuerdo fuera de la sala. Ahora se introducen los ámbitos Civil y Mercantil, y el propio decano de jueces, titular del Juzgado de Primera Instrucción Número 1 de Elche, Agustín Valero, se comprometió a instar a sus compañeros a derivar casos a mediación a partir de septiembre y valoró que se ahorran costos económicos, temporales y emocionales, por lo que la coyuntura de crisis y saturación de los juzgados puede ser el mejor caldo de cultivo para sensibilizar a la sociedad con estos procedimientos voluntarios.

Diversificación

La directora de los cursos para letrados, Gemma Pons, defendió ayer que la mediación es una nueva oportunidad laboral y de diversificación en los despachos de abogados y concretó que es interesante para los procesos hipotecarios y civiles de los bancos, o que contribuye "a la paz social, porque se aprende a solucionar los conflictos sin judicializar".

Sandra Peinado, magistrada titular del Juzgado de Familia de Elche, deriva a mediación todos los conflictos con menores, y considera que este sistema puede contribuir a reducir los litigios y las ejecuciones, dado que cuando son los progenitores los que encuentran la solución a sus disputas es más fácil que las cumplan y se ahorran "sufrimiento psicológico". De hecho, Gemma Pons aseguró que "el índice de sostenibilidad de los acuerdos alcanzados mediante mediación es del 98%" y añadió que en Familia se resuelve en dos meses y en relación a una empresa en cuatro, mucho más rápido que con un enfrentamiento en los tribunales.