El Hospital General de Elche insiste en su apuesta por el cierre de camas dedicadas al ingreso de pacientes, una clausura que en unos casos es temporal y en otros definitiva. Al centenar de camas que el centro hospitalario va a mantener cerradas del 1 de julio al 31 de septiembre -treinta camas de hospitalización en la tercera planta derecha dedicada al ingreso de pacientes de Cirugía General y Digestivo y otras treinta en la quinta izquierda adscrita al servicio de Neumología, y a las que se unen a las 30 que llevan clausuradas desde el verano de 2011 en una de las alas del primer piso del centro-se van a sumar a partir de este próximo mes de julio las de una parte de la Unidad de Psiquiatría que en principio dejarán de estar en funcionamiento desde esa fecha y de forma indefinida.

La decisión fue dada a conocer ayer por sorpresa a los miembros de la Junta de Personal del Hospital General y desde la dirección del centro se ha argumentado que el bajo índice de hospitalización que se registra en esta unidad es la que ha llevado a adoptar la medida "por cuestiones de eficiencia", aunque el cierre de estas camas irá acompañado también de una reducción de personal adscrito al servicio.

Los datos aportados ayer por los responsables sanitarios a los representantes de los trabajadores plantean una disminución de tres auxiliares de enfermería y una enfermera en la Unidad de Salud Mental desde el momento en que se produzca el cierre de camas, una cuestión que en principio preocupa a los miembros de la Junta de Personal porque va a significar un notable descenso de plantilla en el turno de noche, en una unidad en la que la atención de los pacientes es especialmente delicada teniendo en cuenta las patologías de los ingresados y las posibilidades de desestabilización que pueden presentar. De hecho, parece que el número de auxiliares de enfermería en el turno de noche pasaría de dos a una, una cuestión que provocó gran malestar entre los representantes de la Junta de Personal que instaron a la dirección del centro a reconsiderar su propuesta.

Por ello, desde la gerencia del Hospital General se aseguró que se estudiará el tema y que se valorará con la experiencia del verano si el personal que se ha pensado dejar en la unidad es suficiente para prestar una atención adecuada a los enfermos.

La Unidad de Psiquiatría del Hospital General es la única que existe en la ciudad para prestar atención a todos los pacientes de la comarca del Baix Vinalopó, ya que Vinalopó Salud carece de este tipo de servicio en su centro ilicitano.

De hecho, la ampliación de camas en Salud Mental había sido una antigua reivindicación del personal de la unidad que durante años sufrieron un colapso casi constante de ingresos en las ocho camas con las que contaban en una de las plantas del edificio principal. Esta demanda se vio satisfecha en 2008 con la apertura de las nuevas instalaciones en uno de los edificios anexos al edificio principal del Hospital General donde se pusieron a disposición de la población 22 camas individuales en una superficie de algo más de mil metros cuadrados. A partir de julio la Unidad de Salud Mental se quedará con 17 camas en funcionamiento, a pesar de que los responsables de la misma siempre habían destacado la importancia de contar con recursos humanos y materiales suficientes para poder ingresar a los pacientes ante de que las crisis y recaídas fueran graves con el fin de procurar una estancia adecuada y una recuperación más satisfactoria del enfermo. En este sentido, los miembros del servicio de Psiquiatría han venido argumentando en los últimos años que el índice de recaídas ha descendido notablemente porque los pacientes salen a fecha del alta en mucho mejor situación que cuando las posibilidades de ingreso eran reducidas.

Este cierre de camas contrasta con la política del Hospital del Vinalopó, donde sus responsables han subrayado que todas sus camas estarán en funcionamiento con normalidad durante los meses de verano.

Polémica con el concurso de traslados

La reunión prevista para ayer entre la dirección del Hospital General y la Junta de Personal debía analizar, como único punto del orden del día, la situación en la que se encuentra el concurso de traslados de régimen interno, una decisión que se lleva aplazando desde hace meses y que los representantes de los trabajadores pretenden que se desbloquee cuanto antes para atender las demandas de la plantilla. Las diferencias de criterio entre los interlocutores evitó que hubiera consenso en este punto, lo que provocó ciertas fricciones entre ambas partes. En principio el concurso de régimen interno debía tener periodicidad anual, pero distintas circunstancias han ido demorando este proceso y ya hace tres años que los trabajadores del Hospital General no tienen oportunidad de cambiar de servicio o unidad.M. J. MORA