Jorge Olcina reunió la semana pasada en la Universidad de Alicante a un elenco de historiadores y expertos en clima, en una actividad que desarrolla el grupo de investigación en Historia y Clima de la Universidad de Alicante, dirigido por el profesor Armando Alberola. Olcina alerta de que seguimos sin estar preparados para la prevención de la gota fría, el gran enemigo climático de la provincia.

¿Qué tipo de catástrofes naturales amenazan a la provincia?

Las relacionadas con el agua, por exceso (inundaciones) y por defecto (sequías). Son los eventos extremos que con más frecuencia se han desarrollado en tierras alicantinas y los que más pérdidas económicas y de vidas humanas han causado.

¿Está preparada la provincia para una catástrofe natural?

La provincia tiene mucha experiencia en la gestión de desastres de grandes magnitudes. No obstante, si acontece una catástrofe de enorme magnitud los protocolos señalan que la gestión de un desastre así la tiene que asumir el gobierno del Estado a través de sus Ministerios de Defensa (UME) y del Interior (Dirección General de Protección Civil). De momento no se ha producido una catástrofe de estas dimensiones en España. Al menos en las últimas décadas.

El seminario de Historia y Clima sostuvo que todo ha sucedido con anterioridad, y citó las crisis agrícolas de los periodos medieval y moderno. ¿Qué opina?

Los episodios extremos que ocurren en la actualidad ya han ocurrido en época histórica. Este es un rasgo (peligrosidad natural elevada) de las regiones mediterráneas. Otra cosa es que en las tres últimas décadas ha aumentado el grado de vulnerabilidad y exposición a los episodios extremos, puesto que no se han respetado espacios del medio físico que no se debían haber ocupado, con infraestructuras, viviendas... Por eso, el riesgo es ahora mayor que el que existía en la época medieval o moderna. Y es mayor que el que teníamos incluso en los años 60 o 70 del siglo XX. Alicante es hoy más vulnerable que nunca ante un desastre natural.

¿La falta de agua puede ser la mayor amenaza para la provincia en los próximos años?

La falta y su exceso. Es decir, inundaciones y sequías prolongadas es lo que señalan los modelos de cambio climático, que pueden ser el nuevo parámetro de nuestras tierras. En el fondo es un incremento en la frecuencia de desarrollo de lo que es propio del Mediterráneo (inundaciones y sequías). Pero preocupa, porque lejos de estar preparados, queda mucho por hacer.

¿O la gota fría?

Las dos cosas, como se ha dicho. El problema es que apenas hemos desarrollado medidas de ordenación del territorio para adaptarnos a la nueva realidad climática que nos señalan los modelos. Esta es la gran tarea pendiente que debemos realizar desde ya en una provincia como la nuestra, tan expuesta a estos fenómenos que originan lluvias torrenciales casi todos los años.

Hablamos de pequeña Edad de Hielo ¿de qué hablamos?

Un periodo que se desarrolla entre los siglos XV y XIX y que supuso un descenso de temperaturas significativo en todo el hemisferio norte, incluida Europa y por supuesto, España. Hubo episodios extremos de frío y grandes nevadas, que marcaron la vida de los españoles (malas cosechas, enfermedades). A mediados del siglo XIX comenzó el ciclo climático actual: Todo lo contrario, aumento de temperaturas. Es el que tenemos en la actualidad.

¿Puede volver a suceder?

Por supuesto, el clima ha cambiado siempre y seguirá cambiando. Por tanto, volveremos a tener periodos fríos y nuevas glaciaciones, pero dentro de miles de años.