El Ayuntamiento ha recaudado en poco menos de dos años, y, concretamente, entre junio de 2011, cuando el equipo de gobierno popular tomó posesión, y marzo de este año, algo más de 50.000 euros por infracciones de la ordenanza de limpieza de personas que fueron sorprendidas haciendo sus necesidades fisiológicas o escupiendo en la vía pública, y por tirar desechos como latas, envoltorios, papeles, botellas e incluso pipas, lo que es constitutivo de una falta leve. A ello, además, se suman las sanciones impuestas por destrozos en el mobiliario urbano o por arrancar flores y plantas de las jardineras públicas, con sólo ocho multas en este tiempo, por la dificultad de localizar a los autores en el momento de los hechos. Por ello, según revela el edil de Vía Pública, Manuel Rodríguez, el Ayuntamiento ya ha encargado un estudio para poder instalar cámaras de seguridad en los puntos más conflictivos y, de esta forma, frenar los actos vandálicos y disuadir a los infractores.

El concejal explica que el primer paso será estudiar los costes, los requisitos legales que se exigen, así como las zonas más problemáticas desde el punto de vista del vandalismo, con el fin de que, a partir de ahí, se decida si, finalmente, se implanta este sistema de vigilancia y, en caso de que así sea, que pueda estar en marcha en cuestión de meses. "El problema con el que nos encontramos es que no se puede multar a alguien si la Policía Local no lo sorprende en el momento. Por eso, queremos apoyar la labor de los agentes no sólo con las campañas de concienciación como la que se ha impulsado recientemente de "Definamos una ciudad mejor", sino con las cámaras, aunque teniendo claro que el objetivo no es recaudar, sino hacer entender a la gente que estas cosas perjudican a la ciudad y a los ilicitanos".

De los datos que maneja la Concejalía de Vía Pública en estos momentos, se desprende que las zonas más conflictivas son las vinculadas a áreas de ocio, especialmente Altabix y el centro, y sobre todo los fines de semana. "Estamos hablando de que, por lo general, se trata conductas asociadas al consumo de alcohol y que tienen lugar los fines de semana, aunque lo que resulta paradójico es que, al contrario de lo que se puede pensar, durante las fiestas de agosto se imponen menos multas", apunta el concejal.

Por otro lado, el histórico de sanciones revela que entre junio y diciembre se impusieron 89 multas, mientras que en todo el ejercicio pasado se llegó a la mitad. El responsable municipal de Vía Pública apunta que "no tenemos muchos datos más allá de las sanciones que se ponen, pero lo que está claro es que depende mucho de que se localice a la persona en el momento". En cualquier caso, parece que, al menos en lo que va de ejercicio, se mantiene la tendencia de 2011, puesto que entre enero y marzo de este año ya se ha llegado a las 42 infracciones.

Por lo que respecta a las sanciones por lanzar desechos e incluso pipas a la calle, la mayor parte de multas se dan en espacios verdes y, en este caso, destacan Carrús o el centro.

En cuanto a los actos vandálicos, en 2011 se registraron cuatro, todos ellos en el puente de Altamira por arrancar flores y tirarlas a la vía pública, de las que dos se impusieron a principios de julio y las otras dos a finales de ese mismo mes. Finalmente, de las cuatro sanciones de 2012, una se dio en mayo en El Altet, por arrancar una papelera y esparcir la basura por el suelo; y las otras por destrozar plantas de un parque público de Carrús, a finales de junio, en un acto en el que se identificó a tres personas.

El edil sentencia que "estas cosas no se pueden permitir, porque, al final, la ciudad presenta un aspecto más sucio y los recursos que se tienen que emplear en esto no se destinan a otros fines que nos beneficiarían a todos".