Lejos de cerrarse la brecha que se ha abierto por la petición formulada por la Agrupación de Asociaciones Sociales y Económicas del Municipio de Elche (Agrupelx) para que la ciudad sea declarada como Zona de Gran Afluencia Turística y, por tanto, se consiga la libre apertura en domingos y festivos de los centros comerciales, el enfrentamiento entre "grandes" y "pequeños" sigue más vivo que nunca. No en vano, la campaña de presión que iniciaron hace ahora un mes las asociaciones de comerciantes de la Universidad, Mercado de la Plaza Madrid, Mercado de la Plaza Barcelona, Mercado de la Plaza San José, Avenida de Novelda, Diagonal y Adyacentes, y Mercado Central y Comercios del Centro Histórico continúa en marcha y, hasta la fecha, ya hay contabilizadas 4.157 firmas en contra de liberalización del horario comercial, y, según confiesan los promotores, aún faltan por recoger las hojas distribuidas por diferentes establecimientos.

La idea es entregar las adhesiones a finales de esta semana, aunque, según anuncian, seguirán con la campaña de forma indefinida hasta que se archive la petición. Es más, como sentencian, "si el Ayuntamiento sigue sin posicionarse formalmente y Agrupelx insiste en su solicitud, estudiaremos otras medidas de presión, e incluso ya se ha hablado de apagar todas las luces de los comercios para que se vea la importancia que tienen los establecimientos tradicionales en la ciudad".

Por otro lado, representantes de estas siete agrupaciones comerciales instan a Agrupelx a que "demuestre con firmas el apoyo del pequeño comercio ilicitano y de los consumidores a la libre apertura", y puntualizan que "Agrupelx no quiere beneficiar a la ciudad con este intento de liberalización, sino que solamente busca aumentar el beneficio de los grandes empresarios a costa del perjuicio del pequeño comercio".

Desde las siete asociaciones de comerciantes, también indican que, frente a lo que han afirmado desde Agrupelx, "es incierto que vaya a subir el PIB al tener libertad de horarios, ya que no hay ningún dato que lo demuestre", y ponen el acento en que "no se crearían puestos de trabajo, sino que se destruiría empleo abocando al cierre a numerosas pymes al no poder competir con las grandes superficies".

Paralelamente, insisten en que "los trabajadores ilicitanos de las grandes superficies verían perjudicadas sus condiciones laborales, porque se suprimirían las horas extraordinarias". En este sentido, señalan que "no es cierto que los ilicitanos aprovechen los domingos para salir a Cartagena o Alicante de compras. Si no hay dinero para gastar en Elche, ¿cómo se van a ir fuera?".

Finalmente, consideran que "el comercio y la restauración ilicitana tienen que ser conocidos por su calidad y amabilidad, estamos preparados para dejar en el turista que nos visite ese buen sabor de boca que le haga volver a Elche y, además, podemos orientar a nuestros visitantes a la oferta cultural y conseguir que el turismo sea una fuente de ingresos para los ilicitanos y no solamente para las empresas foráneas". De hecho, se muestran convencidos de que, "en cuanto al posible ascenso del Elche, creemos que nuestros visitantes tendrán mejor recuerdo si los orientamos a visitar nuestros tesoros culturales y no centros comerciales del extrarradio calcados a los que tienen en sus ciudades".