Un grupo reducido de colegios e institutos ilicitanos se sumaron ayer por la tarde a los encierros y a la iniciativa de rodear el propio centro educativo, todo ello con motivo de la convocatoria nacional y autonómica para protestar contra la nueva ley de Educación prevista por el Gobierno, por los recortes educativos impuestos por éste y por la Generalitat y por la rebaremación de interinos.

El punto donde se registró mayor indignación fue en el colegio público Vicente Blasco Ibáñez, donde sobre las 17.30 horas tuvo lugar una protesta a las puertas del mismo. Según la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, el concejal de Educación, Daniel McEvoy, prohibió el encierro en este centro "por considerar que es un acto político". La plataforma entendió esta respuesta del concejal como un "ataque contra la libertad de expresión".

Por su parte, desde el Ayuntamiento se aseguró ayer que en ningún centro se habían prohibido los encierros, pero que en el caso del "Blasco Ibáñez", su solicitud por escrito, de la asociación de padres de alumnos, anunciaba que iba a ser un encierro por la enseñanza pública y que por tanto era entendido como un acto político.

El concejal de Educación recordó a su vez que la utilización de edificios públicos para actos políticos está recogido por la Ley Régimen Electoral General y que por tanto no podía autorizar el encierro.

Otros centros educativos optaron en su solicitud evitar la palabra encierro e informaron que iban a realizar charlas informativas, algo a lo que el Ayuntamiento no se opuso a sabiendas de que se iban a dar encierros.

Además de este centro, padres y profesores de los colegios Jaime Balmes y Eugeni d'Ors se unieron y "tomaron" el primero, mientras que en colegio Jaume I estaba prevista una cadena humana en el exterior sobre las 20 horas.