Cuando ya parecía que el nuevo proyecto del Mercado Central estaba más cerca de convertirse en una realidad, sobre todo después de que a finales del mes de marzo saliera a información pública el estudio de viabilidad como paso previo a la concesión de la construcción y posterior explotación del nuevo inmueble, un informe de la Dirección General de Patrimonio Cultural que entró por Registro en julio del pasado año, pero que se dio a conocer ayer, ha hecho saltar las alarmas de nuevo. El documento, firmado por el arquitecto-inspector de Patrimonio Artístico y fechado en febrero de 2012, se muestra contundente: "Dejando a un lado la muralla y el edificio de las Casas Consistoriales, de indudable valor arquitectónico y patrimonial, el edificio del Mercado, con diferencia, es el de mayor importancia arquitectónica de esa parte urbana", sentencia en el informe, en el que, además, se alerta de que el inmueble debería estar incluido en el "catálogo urbanístico, hecho que no sucede".

La memoria se pronuncia en estos términos sobre el Plan de Reforma Interior del Mercado Central. Desde el principio, el arquitecto destaca que "lo primero que llama la atención es que el edificio del Mercado no se encuentra incluido en el catálogo urbanístico". A partir de ahí, detalla que se trata de una obra proyectada por el arquitecto Santiago Pérez Aracil en 1956 y construida a partir de 1959. En esta línea, especifica que "la arquitectura de este inmueble obedece a parámetros de racionalidad arquitectónica, con un lenguaje evidente de sinceridad constructiva, en la pretensión de acomodar racionalidad con economía de medios expresivos, planteamientos que son muy propios de la arquitectura española durante aquellos años, finales de la década de los años de 1950, con la pretensión de conectar con las corrientes avanzadas de la arquitectura europea y mundial".

Paralelamente, el informe hace ciertas observaciones respecto al retranqueo del nuevo edificio, que estaba previsto que se desplazara hacia la plaza de las Flores, alineado con la calle de la Victoria, con el fin de no entorpecer las vistas de los inmuebles del casco histórico.

Ante este escenario, la propuesta de acuerdo que pasó ayer por la Comisión de Ordenación Urbana e Infraestructuras califica de "recomendaciones" las observaciones hechas por el arquitecto-inspector de Patrimonio Artístico, y afirma que la inclusión del actual edificio del Mercado Central en el catálogo urbanístico "es de imposible cumplimiento, porque supondría la no realización de la importante actuación en materia de regeneración urbana del casco histórico tradicional que plantea este Ayuntamiento con la tramitación del presente Plan de Reforma Interior del Mercado Central".

No obstante, el acuerdo que se llevó a la comisión sí se muestra partidario de tener en cuenta las consideraciones respecto al emplazamiento del edificio, con el fin de atender "a los parámetros de ordenación urbana característicos de la zona y evitar la dispersión visual, contribuyendo a centrar hitos como la Torre del Consell". Así, se apuesta por situar la nueva construcción sobre el eje de la actual, aunque "abriendo vistas hacia la Torre del Consell", pero también por diferenciar la plaza de Menéndez y Pelayo de la de la Fruita mediante el estudio de rasantes y pavimentos, y habla de la posibilidad de recuperar la Fuente de la Alcoraya. En cuanto a la zona norte de la plaza de las Flores, donde hay terrazas de locales de restauración, se propone "el estudio de una pérgola que las unifique y que rememore formalmente la antigua Pescadería".

El portavoz del grupo municipal socialista, Antonio Rodes, calificó de "caos" la política urbanística en Elche, y puso el acento en que,"aunque el equipo de gobierno dice que el informe no es vinculante, pero en el anterior mandato los informes de Patrimonio sí eran vinculantes". Por su parte, el concejal de Ordenación Urbana e Infraestructuras, Vicente Granero, incidió en que el documento no es vinculante, y señaló que "es incongruente oír decir a los socialistas que es una joya arquitectónica cuando hace escasamente 20 meses seguían defendiendo un Mercado Central de nueva construcción".

Rodes asegura que San Antón no saldrá adelante

El portavoz del grupo municipal socialista, Antonio Rodes, mostró ayer su convencimiento de que la edificación del barrio de San Antón no se llevará a término, pese a que la gestión va a ser transferida a la empresa municipal Pimesa. En esta línea, comentó que "la Generalitat ha tirado la toalla y ahora es el Ayuntamiento quien tiene que salir a dar la cara para salvar de manera publicitaria el proyecto", y subrayó que "el Gobierno central dio los recursos para el barrio, pero el Consell no los empleó en lo que debía, por lo que ahora hay que corregir cantidades". m. p.