La polémica por el cambio de nombre en el aeropuerto parece que no termina de tomar tierra. Además del enfrentamiento político, el hecho de que la estación aeroportuaria sume en su fachada y rotulación el nombre de Elche al de Alicante, ha soliviantado a los vecinos de la pedanía de El Altet, donde se asienta el aeródromo.

Los residentes en esta partida exigen que aparezca el nombre de El Altet en esta infraestructura, recuerdan que llevan más de 40 años soportando contaminación y altos niveles de ruido, y ahora se encuentran con que van a quedar excluidos una vez más.

El malestar es tal que en una reunión el pasado martes por la noche, auspiciada por la entidad Dunass, agrupación que precisamente lleva varios meses reivindicando una zona aeroportuaria sostenible, quedó patente por parte de al menos seis asociaciones de la pedanía, desde los pensionistas y amas de casa, hasta la de empresarios. El enfado vecinal es extenso.

"Hay un disgusto evidente de la ciudadanía de El Altet", manifestaba ayer Lidia Soler, secretaria de la asociación Dunass, quien añadía que en caso de llevarse a cabo este cambio, sería "dilapidar El Altet como punto de atracción turística".

Recogida de firmas

Como respuesta a esta situación, de momento han surgido dos acciones. Por un lado, una recogida de firmas reivindicativa entre los vecinos. Y por otra, la marcha a pie, en patines y bicicleta prevista para el domingo 21 de abril desde El Altet hasta el aeropuerto, pasando por Torrellano, evidenciará este malestar vecinal.

Durante estos días, comercios, bares, supermercados e incluso en el colegio este tema ha sido el centro del debate, junto con el hecho de que sean las arcas municipales las que podrían finalmente, si no hay apoyo privado, tener que sufragar el coste del cambio, con un presupuesto máximo de 50.000 euros.

"Me parece fatal que no pongan el nombre de El Altet, y me parece peor que lo tengamos que pagar nosotros", manifestaba ayer Verónica Lloréns en el parque junto al centro de salud de la pedanía. "Como dice un amigo mío: con un poquito de pintura se soluciona", añadía.

A escasos metros, Jorge Juan Ascó, vecino de Elda, opinaba que a su juicio el nombre del aeropuerto debería ser el que da nombre a la provincia, mientras que en lo referente a qué organismo se hace cargo de la factura, indicaba que debería ser AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea).

Para generar más turbulencia, el Partido de Elche dijo ayer que a la alcaldesa "le falta capacidad de negociación en este sentido. No puede admitir tan a la ligera que Elche pague este cambio de nombre, sin negociar", al tiempo que reclamó ayer que el aeropuerto lleve por nombre Elche-El Altet.