Santiago Garbayo, Aida Navarro, Davinia Lizán, Paloma Carrillo, Francisco Javier Falcó, Lorena Fernández, Ismael Martínez, David Rico, Nerea Vilches, Dina Hinojosa, Gaspar Ruiz, Ángela Ripoll, Juan Gadea, José Mañas y Laura Gonzálvez, son jóvenes como cualquier otro pero quizá su integración en la sociedad, sobre todo en el ámbito laboral, no es igual para ellos que para cualquiera. Ellos son discapacitados intelectuales pero están tan capacitados como el resto de ciudadanos para desempeñar un trabajo y así lo han demostrado en los últimos meses. Estos quince chavales de la Asociación pro-Discapacitados Psíquicos de Alicante (Apsa) han realizado un curso de formación sobre habilidades laborales en los sectores turístico, comercial y de servicios gracias a un convenio que el Ayuntamiento de Elche firmó con Apsa con el objetivo final de facilitar la inserción laboral de este colectivo.

Tras la parte teórica llegó la hora de poner en práctica lo aprendido y seis de estos alumnos comenzaron en enero sus prácticas en diferentes departamentos del Ayuntamiento ilicitano, el resto ha puesto en práctica los conocimientos adquiridos en la Universidad Miguel Hernández, en concreto en el Centro Especial de Empleo que depende de Apsa. Y la experiencia, que acaba de finalizar, ha sido muy positiva. Para ellos, ha sido más que una oportunidad de trabajar, ha sido la posibilidad de relacionarse con compañeros de trabajo, hacer amigos y desenvolverse. Han demostrado que ellos son capaces. "Para los chavales ha sido una superación porque han visto que son capaces de trabajar", señaló ayer Ángela Abadia, madre de una de las chicas, Ángela Ripoll, que ha hecho sus prácticas en el Ayuntamiento. "Ellos también pueden trabajar y hacer varias cosas si se les enseñan", apuntó esta madre, quien también destacó como "los veías levantarse ilusionados e irse contentos al curso y a las prácticas".

Para los protagonistas ha sido una experiencia increíble. Aida Navarro ha estado desempeñando en la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano (OMAC), de la Plaça de Baix, labores de reparto de correo, atención al público, atención telefónica, y reparto de carpetas con registros de entrada a diferentes departamentos, así como pasar documentos escritos a Word. Para Aida ha sido la primera vez que trabajaba y todo ha ido "muy bien". Ella confía en que esta oportunidad le va a servir "para encontrar trabajo en el futuro". Hablando con ella salta a la vista lo satisfactorio que han sido estos casi dos meses de prácticas de los que ella misma destaca la relación "muy buena" que ha forjado con los trabajadores del Ayuntamiento. Algo en lo que también coincide Dina Hinojosa. Ella se ha encargado de ordenar correspondencia, poner sellos, comprobar que los documentos llevaban su sello y las firmas correspondientes, repartir correo, hacer fotocopias y pasar documentos a ordenador. Para Dina no es la primera experiencia laboral, ya trabajó de limpiadora en 2010 pero ahora espera que gracias a estas prácticas "me salga un trabajo en el Ayuntamiento de lo que sea para poder ganar dinero y ser un poco más independiente", señala.

Ángela Ripoll es otra de los usuarios de Apsa que ha estado haciendo las prácticas en el área de Recursos Humanos del Consistorio ilicitano y la experiencia "ha sido muy buena porque me he relacionado con gente y he aprendido mucho", afirma. Ángela también confía en que esta oportunidad "que tengo gracias a Mercedes Alonso me sirva para encontrar trabajo". Le da igual estar empleada "de lo que sea con tal de trabajar", asegura.

Y como cualquier persona, estos chavales se han tenido que esforzar y trabajar duro cada día porque se les ha exigido. Se han superado a diario porque "hay cosas que les han costado como orientarse a la hora de entregar documentos o aprenderse los nombres del personal del Ayuntamiento", destacó Elena Costas, una de las profesoras del curso formativo.

Los seis alumnos de Apsa que han realizado sus prácticas en el Ayuntamiento han desempeñado sus labores en distintos departamentos como Sanidad, Recursos Humanos, Estadística o la OMAC. El mejor colofón lo han tenido con un acto en el que cada uno de los quince usuarios de Apsa ha recibido un diploma acreditativo.

Nuevo convenio

Para la edil ilicitana de Discapacidad, María Dolores Serna, este proyecto ha sido "de los más ilusionantes que he hecho en lo que llevo de legislatura". "Queríamos buscar algo para prepararlos de cara al futuro para que pudieran encontrar un trabajo", explicó, y de ahí nació el convenio con Apsa y este curso de ayudantes de oficina. "Es una forma de ayudarles a entender lo que es un trabajo y que ellos pueden hacerlo dentro de sus propias limitaciones", dijo María Dolores Serna.

La experiencia ha ido tan bien que se volverá a repetir, anunció la edil ilicitana. De hecho, María Dolores Serna, señaló que próximamente "se va a firmar un convenio nuevo" con Apsa y otras asociaciones.

Además, uno de los jóvenes de Apsa "posiblemente se quedará a trabajar en el Ayuntamiento", según anunció ayer la concejala de Discapacidad.