Alumnos de centros educativos de seis países están llevando adelante un proyecto que tiene que ver con gestionar mejor los recursos, mentalizar sobre el ahorro energético y reciclar hasta el límite. Éste es el planteamiento general de la iniciativa Comenius -un programa que busca reforzar la dimensión europea en el campo de la educación, promoviendo la movilidad y la cooperación entre centros educativos- en la que participa el Instituto de Torrellano y que desde ayer acoge a una quincena de estudiantes y otros tantos profesores procedentes de Lituania, Alemania, Polonia, Bélgica y Guadalupe y Martinica, departamentos franceses de ultramar.

Durante tres días, los visitantes extranjeros participarán en diversos talleres de reciclaje, visitarán plantas de tratamiento de residuos sólidos o una desaladora, además de diversas visitas turísticas.

La mayoría de las delegaciones llegaron el domingo por la tarde, salvo la polaca, que tenía previsto aterrizar ayer, jornada ésta de bienvenida y de coordinación de actividades, además de empezar a trabajar, como por ejemplo, participar en sesiones de reciclaje de aceite y de papel.

Durante estas jornadas los docentes estarán alojados en hoteles, mientras que los alumnos foráneos, de entre 14 y 16 años, lo harán en casas de los alumnos ilicitanos.

Carmelo Pardo, profesor del citado instituto ilicitano, señalaba ayer que el objetivo es doble: "Concienciar sobre la necesidad de reciclar y comunicar con alumnos de otros países para conocer otras culturas y desmontar así estereotipos".

A través del francés y el inglés están comunicándose las distintas delegaciones en un proyecto que lleva por título "Nada se pierde, todo se transforma. Por un reciclaje ciudadano" y cuyo coordinador principal es el centro belga.

El proyecto continuará hasta mayo de 2014. Durante este plazo de tiempo los alumnos de Torrellano implicados en el proyecto, una quincena, rotarán para devolver la visita a estos países.