La Universidad Miguel Hernández está llevando a cabo una investigación pionera a nivel nacional centrada en los familiares de aquellas personas que padecen problemas de bulimia y anorexia. El objetivo es formarlos y prepararlos para afrontar mejor estas patologías, los trastornos alimentarios en general, que sobre todo afectan a las mujeres.

El estudio, que además incluye una parte práctica, tiene como uno de los objetivos certificar que con una adecuada intervención de la familia las posibilidades de recuperación de los enfermos es mejor y más rápida.

De momento han conseguido trabajar con 75 cuidadores, entre padres, madres, hermanos o parejas, en un estudio que va a seguir incorporando a más personas.

"Estamos realizando talleres para las familias que tienen como finalidad ayudarles en el manejo de la enfermedad", indica Yolanda Quiles, una de las investigadoras principales del proyecto junto a María José Quiles, psicólogas de la UMH.

Actualmente se han acometido tres talleres y el próximo mes de enero comenzará un cuarto, al que puede apuntarse gratuitamente cualquier familiar interesado (proyectos-tca@umh.es). Habitualmente se realizan en el campus de Sant Joan, aunque también hay sesiones en Elche.

La formación se prolonga durante tres meses, a razón de 6 sesiones de dos horas cada una y cada quince días. Además, posteriormente hay sesiones de seguimiento. Al mismo tiempo están asistiendo ciudadanos de distintos puntos de la provincia, según indican las investigadoras.

"Queremos que los padres aprendan a canalizar sus emociones porque cuanto mejor estén, mejor atenderán a sus hijas puesto que es una enfermedad larga, que implica mucho desgaste emocional y en la que toda la familia sufre", declara María José Quiles.

El trabajo con los familiares se centra en mejorar sus habilidades de comunicación con sus hijas, así como en el "cuidado del cuidador". Las investigadoras tienen interés en comprobar posteriormente si tras el trabajo con los allegados se produce un mejor ajuste familiar y social de las afectadas.

Ambas investigadoras coinciden en señalar que los familiares tienen muchas dudas sobre qué papel y función realizar ante este tipo de enfermedades. Ante esta situación han considerado oportuno abrir una investigación que les ponga a ellos por fin en el foco principal.

Este proyecto está financiado por el Instituto de Salud Carlos III, dispone de una dotación de 14.000 euros y se culminará a finales de 2013 después de tres años de trabajo.