Coincidiendo con la llegada del día de Todos los Santos son muchos los que aprovechan para visitar a aquéllos que se han ido, aunque en ocasiones no somos capaces de mirar más allá de la tumba de nuestros seres queridos. Sin embargo, un paseo detenido por el Cementerio Viejo y por sus 201 años de recorrido permite conocer más de cerca la historia y las costumbres que forman parte de la memoria colectiva de este pueblo.

Antes de acceder al recinto, un rótulo ya avisa de los orígenes del camposanto, que hunde sus raíces en 1811, coincidiendo con la "gran mortandad" provocada por la letal epidemia de fiebre amarilla de aquel año. A partir de ahí, el visitante se encuentra con la parte más antigua del cementerio, y también la más especial, en la que se concentran buena parte de los que, en algún momento, formaron parte de los poderes fácticos de Elche. Alcaldes, médicos, farmacéuticos, registradores o abogados comparten espacio en esta parte en la que, en muchos casos, se llega a especificar la profesión -liberal- del fallecido.

Un lugar éste en el que, por ejemplo, la modesta tumba de una de las personalidades más relevantes de la historia ilicitana, la del escritor, arqueólogo, pintor o archivero municipal Pedro Ibarra, se sitúa a tan solo unos metros del panteón del que fuera alcalde, fundador del Casino y promotor del Teatro Llorente, Luis Gonzaga Llorente, con los nichos resguardados por una construcción similar a un palio que, junto a las inscripciones y motivos de las lápidas, recuerdan la pasión de este ilicitano por la escena.

El destacado anarquista Domingo Germinal; y el músico y compositor Alfredo Javaloyes, autor del mítico pasodoble "El Abanico", también descansan en este enigmático camposanto que cuenta con construcciones de gran monumentalidad como la de la familia Ibarra Santamaría, con claras evocaciones hacia la basílica; o el panteón de la familia Cisneros Ruiz, con un blasón coronando este panteón con forma de barco. No en vano, es allí donde se encuentra enterrado Ramón Lagier, un capitán de comercio marítimo que llegó a recibir distinciones de Guillermo de Prusia "por sus heroicas acciones".

La ruta también permite conocer algo más de la cultura y las tradiciones de los ilicitanos. Las palmas de Domingo de Ramos contrastan con las palmas de San Juan del Misteri que tienen otros nichos, la imagen de la Virgen de la Asunción o de la Mangrana está presente en no pocas lápidas e incluso alguno optó en su día por levantar una escultura que recuerda a una palmera.

Tampoco faltan pequeños juguetes en las tumbas de algún que otro niño que se fue antes de tiempo o epitafios, en muchos casos tomados de los Evangelios, frases atribuida a San Agustín, como la que se puede leer en un nicho de la calle San Pedro y que dice que "una lágrima por un muerto se evapora, una flor sobre su tumba se marchita y una oración por su alma la recoge Dios", y otras no menos sentidas como la que sentencia que "yo en la tierra y tú en el mar, nuestros corazones con nuestros hijos van".

Ni siquiera la crisis ha esquivado al cementerio, y junto a nichos sin lápidas por falta de descendencia o simplemente de acuerdo, convive alguna en la que un cartel plastificado resalta entre el granito predominante. Otras, como las Hermanas de los Ancianos Desamparados del Asilo o las Carmelitas Misioneras Teresianas, disponen de los nichos que donó Asunción Ibarra en su día.

Ante este panorama, no es extraño que el Ayuntamiento ya haya comenzado a trabajar en una ruta guiada dirigida a los ilicitanos que se pondrá en marcha a finales de este año o principios del próximo para que conozcan las peculiaridades de este camposanto, como avanza el concejal de Patrimonio Cultural, Pablo Ruz, aunque aún falta por concretar la periodicidad con la que se hará, según precisa.

Más autobuses y más policías hasta mañana

El Ayuntamiento ha reforzado hasta mañana la presencia policial en los cementerios, de forma que habrá un oficial y tres agentes en cada uno de ellos para controlar el tráfico y la seguridad interior y exterior, así como los puntos de venta de flores. También se ha aumentado la frecuencia de las líneas de autobús G, I, K, L y la del Cementerio Nuevo.