El municipio de Elche vivirá un día histórico el próximo 26 octubre. Toda una efeméride porque, tras 600 años proyectando la llegada de agua del río Júcar hasta los campos ilicitanos por fin, se recibirán cuatro hectómetros cúbicos. El trasvase tendrá un recorrido desde el embalse de San Diego, situado en el término municipal de Villena, hasta el de "José Ramón García Antón" en Elche.Una vez en este punto, la Comunidad de Regantes San Enrique la distribuirá entre todos los agricultores que actualmente reciben los recursos hídricos desde pozos, de hasta 600 metros de profundidad, del denominado acuífero de Crevillent.

El metro cúbico de agua costará a sus usuarios 0,18 euros, "un precio asequible" indica el responsable agrario, Ángel Urbina.

Una serie de motivos han coincidido para que Elche reciba en estos momentos el agua del Júcar. El primero y más importante es que se dispone de la infraestructura hídrica necesaria para ello, entre ellas, el embalse situado en Elche que lleva el nombre del ex conseller, y que nunca ha sido utilizado.

Otra razón, explica Urbina, es que el embalse de San Diego presenta graves defectos de construcción sufriendo una pérdida diaria de recursos de 120 litros por segundo. Este hecho hace que sea necesario vaciar los 12 hectómetros cúbicos que almacena en estos momentos para proceder a su reparación y por lo tanto, parte del agua será enviada a los campos de Elche.

Ángel Urbina explica que aunque se ha llegado a un acuerdo entre los regantes y la Confederación Hidrográfica del Júcar para el envío de los cuatro hectómetros cúbicos, ello se debe, "a la situación de emergencia que tenemos y por necesidad y no porque aceptemos este agua por su contaminación en origen en el azud de la Marquesa". Al respecto subraya que el agua que se va a recibir, "no es la que tiene que venir en un futuro porque no es la idónea para el riego; el agua que queremos debe servir para regar y para beber".

Los recursos que llegarán el próximo mes al embalse de "José Ramón García", "son aceptables para el riego", pero debido "a que están embalsados desde hace dos años en Villena y, se ha producido una depuración natural" asegura el responsable agrario.

Por otro lado Ángel Urbina pidió ayer responsabilidades por los defectos que sufre el embalse de San Diego, que costó 40 millones de euros, y que, "está teniendo graves consecuencias para los usuarios del trasvase". Y exigió asimismo, tanto al Ministerio de Agricultura como a la Conselleria de Agricultura que el trasvase Júcar-Vinalopó, recupere la toma prevista en un principio desde Cortes de Pallás, en vez del Azud de la Marquesa.

Arremetió Urbina contra el anterior Gobierno que fue quien decidió cambiar la toma del trasvase. "El PSOE tuvo un grave error al modificar la toma, equivalente a darse un tiro en la cabeza porque ahora, tras una inversión millonaria, al recibir aguas contaminadas la obra no sirve para nada y todo, por un capricho político" aseguró.