La Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública de Elche reivindicó ayer nuevas construcciones y obras tanto en colegios como en institutos y denunció la saturación que en un mayor grado van a sufrir los centros de Secundaria de Elche este nuevo curso, además de criticar la "reducción exagerada" de profesores interinos y la privatización de la educación.

"Es un ataque directo a la educación pública", señalaba ayer Luisa Pedraza, del Sindicato de Estudiantes Independiente, que, junto a asociaciones de madres y padres y sindicatos de profesores, conforman en Elche esta plataforma.

El instituto Número 11, los colegios 36 y 37; comedores adecuados y no creados a partir de ampliar horarios para los comensales o a costa de levantar un tabique en el gimnasio como afirman que ha ocurrido en el "Blasco Ibáñez"; calefacción pendiente en siete centros; ratios que dejen de estar al límite; o bajas por maternidad sin cubrir y empleo para los interinos integraron una parte de la batería de quejas que la plataforma hizo pública ayer, la cual tiene previsto protestar el próximo jueves en Elche cuando el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, inaugure el curso universitario en el campus de Elche.

Improvisación

"Los padres tienen miedo a que las cosas no funcionen, a la improvisación de la conselleria. No nos parece seria la forma de gobernar", apuntaba Maire Guilabert, presidenta de la federación de las APA ilicitanas en relación a este arranque de curso mañana en los institutos. Guilabert aseguró que se han perdido el 70% de las becas de transporte en el Camp d'Elx y confió en que "nunca se pueda implantar en Elche el tema de la fiambrera".

Pep Coll, portavoz de la plataforma, auguró que dentro de sólo dos años el colegio Clara Campoamor va a necesitar un instituto que dé respuesta al crecimiento de natalidad experimentado en los últimos años en la zona de Altabix. "Vamos a tener 10 años de mucha problemática", vaticinó.

Por su parte, Sergi Sanchiz, de CC OO, expuso que los recortes "no se aplican al profesorado de religión: ni en vacaciones, ni en sueldo y no aumentan su horario". También insistió en que las nuevas medidas de la Conselleria de Educación suponen un ataque frontal al valenciano pero también al inglés y, a su juicio, lo que se está produciendo es una "degeneración y degradación acelerada de lo público. El modelo que están imponiendo es una aberración".