Los institutos de Elche cierran ahora sus puertas en agosto y casi con total seguridad saben que cuando vuelvan a abrirlas en septiembre sus cuentas corrientes seguirán sin recibir ni un euro de la Generalitat Valenciana correspondiente a la anualidad de 2012.

Desde hace más de medio año, los centros de Secundaria y Bachillerato ilicitanos sobreviven haciendo malabarismos con los fondos correspondientes al ejercicio 2011, que también cobraron con retraso.

De momento, no han recibido el dinero correspondiente a ninguno de los dos cuatrimestres de este año, y en la mayoría de los centros consultados hay una concienciación clara de que en septiembre tampoco llegará el dinero necesario para el funcionamiento de los mismos.

Cada cuatrimestre supone entre 25.000 y 40.000 euros, según el número de alumnos de cada centro, de inyección de fondos para garantizar un cierto funcionamiento normalizado de los institutos. Si se suma la "deuda" que mantiene la Generalitat con los 16 IES ilicitanos, ésta superaría el millón de euros.

Así por ejemplo, en el Instituto Nit de l'Albà "esperan" fondos por valor de 50.000 euros, además de otros 10.000 de ejercicios pasados; en el IES Carrús, el montante asciende a aproximadamente 80.000; en el instituto más veterano de Elche, La Asunción, sus cuentas aguardan a unos 60.000 euros; el "Severo Ochoa" confía en recibir unos 76.000 euros; y en el IES Monteserrat Roig los cálculos ascienden a 80.000.

Sin embargo, según se indica desde varios centros, estas cantidades son las esperadas, aunque la Conselleria de Educación no les ha comunicado aún el importe exacto o aproximado que recibirán por cada cuatrimestre.

Los centros han tenido que realizar sus presupuestos y sus previsiones pese a ello, sin tener esta información, y confían en que no haya recortes en este sentido el día en que se hagan efectivos los distintos ingresos.

Por tanto, no sólo las asignaciones no han llegado sino que todavía no se han comunicado los importes para que cada instituto sepa hasta dónde puede llegar y qué puede hacer con sus cuentas durante el año vigente.

Los institutos precisan estos fondos no para adquirir material complementario o realizar eventos extraordinarios, sino para poder realizar su trabajo con normalidad, esto es: pagar luz, agua, calefacción, comprar folios, tinta para las impresoras, etcétera.