La clausura del Festival de Teatro Escolar se convirtió en una fiesta. Primero, en el Gran Teatro se aplaudió el excelente montaje de La Machina, de Santander, con intenso color escénico y mensajes compartidos en "Robinson y Crusoe". Después, representantes de los grupos participantes del certamen de la Asociación de Teatro Escolar recogieron su cerámica (de Matilde Carbonell Pau) como protagonistas del festival. A. J. S.