Con una decena de viviendas y en torno al medio centenar de residentes, sólo el puente de Barrachina separa del casco urbano a los vecinos de la pedanía de Algorós situados a uno y otro lado del cauce del Vinalopó. Sin embargo, es distancia más que suficiente para sumergirse en otro mundo sin algunos de los equipamientos más básicos, como la iluminación y el asfaltado o la limpieza de los márgenes del río, lo que da lugar a plagas de ratas e insectos, especialmente mosquitos.

"¿Para qué vamos a quejarnos si nunca nos han hecho caso? Antes, cuando había dinero, no hicieron nada, ¿por qué lo van a hacer ahora que no hay un duro? Ahora, eso sí, nosotros pagamos la contribución todos los años". Así de contundente se muestra una de las vecinas de las viviendas situadas junto al puente de Barrachina. El desánimo ha ganado la batalla después de muchos años y, finalmente, se ha impuesto a la sensación de abandono. "Hace quince años dijeron que iban a poner farolas y todavía estamos esperando, e incluso tuvieron que levantar el camino por la rotura de una tubería y, al final, la empresa sólo asfaltó un tramo y nunca más volvió por mucho que nos quejamos", continúa relatando.

Tampoco el resto de los vecinos es mucho más optimista. El propietario de otra de las casas sigue con este listado de agravios en los que anota, entre otras cuestiones, la ausencia de iluminación hasta el punto de que las únicas farolas son las que han instalado ellos mismos. "Lo malo que tiene esta zona es que, como no conozcas el camino, puedes acabar en el río", señala medio en broma medio en serio. "Y eso por no hablar de los matorrales que hay en el cauce y que no se han limpiado desde hace cinco años porque el Ayuntamiento dice que depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Confederación que es cosa del Ayuntamiento, sin que al final nadie haga nada", puntualiza.

Las quejas se repiten en el otro margen del río. "A poco que llueve, el camino se inunda; las ratas, los mosquitos y los malos olores nos comen; la gente pasa con sus coches y tira bolsas de basura; y el agua cada vez baja más sucia, sobre todo desde hace medio año, y nos tememos que es porque hay alguna fábrica que está tirando vertidos ilegales", comenta indignado otro. Incluso afirma que la situación se ha agravado con las canalizaciones que se han instalado en el río para la construcción del puente de la Ronda Sur, lo que hace que con la lluvia la zona se anegue.