La investigación que lleva ha cabo el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) sobre la aparición de cebos envenenados en el barranco de Barbasena determina que, hasta el momento solo hay un perro fallecido como consecuencia de ingerir la carne envenenada. Una rapaz que apareció en la zona murió al sufrir una colisión con un tendido eléctrico. e. d. g.