Aspanias ha cedido su piscina para que las embarazadas puedan enfrentarse, lo más preparadas posible, al momento del parto. Por ello, la asociación permite que los monitores de la empresa Máximo Miralles realicen talleres de natación "con los que se pretende ejercitar el canal del parto y los abductores y fortalecer el suelo pélvico y la zona lumbar que es la parte de la que más que se quejan las gestantes", indicó Laura Amoraga Montesinos, responsable de tutelar unas clases que tienen una duración de cuarenta y cinco minutos.

La ventaja que ofrece este tipo de ejercicio en el agua "es que ahí no pesamos y es mucho más fácil realizar esfuerzos, además de la posibilidad de compartir un rato con otras embarazadas que están en la misma situación y que tienen las mismas dudas y temores", explicó la monitora, quien señaló que la única condición para que una gestante pueda tomar parte en uno de estos talleres acuáticos es que cuente con el visto bueno del ginecólogo y de la matrona en función del estado de salud de la madre "y también son los especialistas los que dicen en qué momento previo al parto es aconsejable dejar de nadar, aunque hay algunas que están las 38 semanas de gestación", manifestó Laura Amoraga.

En estos momentos hay en la piscina de Aspanias dos grupos de futuras mamás que participan en esta actividad. Las gestantes tienen la oportunidad de participar en una clase de prueba para ver si los ejercicios se adaptan a sus gustos y preferencias y para plantear las dudas que puedan tener, y sólo entonces es cuando deciden si quieren tomar parte en las actividades. "La terapia acuática se combina con las clases de preparación al parto a las que las embarazadas tienen oportunidad de acudir en sus centros de salud y nosotros las complementamos con ejercicios de respiración y de fortalecimiento de la musculatura. En ocasiones también dejamos entrar a los padres para que pasen un rato en el agua con ellas", dijo Amoraga.