El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa, Mercedes Alonso, suscribieron ayer el acuerdo por el que la Administración autonómica cede el uso de La Calahorra por diez años, aunque con la posibilidad de prórroga por 30 años más. El convenio se formalizaba tras el pleno del Consell que se celebró en Elche, y en el que las inversiones brillaron por su ausencia, a diferencia de lo que ocurrió hace diez años, cuando el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, anunció un aluvión de proyectos, entre los que precisamente se incluía la creación de la Subdelegación del Gobierno valenciano en La Calahorra.

La alcaldesa aseguró que, "cuando pase Semana Santa, La Calahorra albergará gran parte de la pinacoteca municipal, así como exposiciones y conferencias". Además, señaló que la cesión "viene a completar el cinturón cultural de la ciudad", y comentó que "va a permitir que los ilicitanos puedan conocer este espacio emblemático que ha estado cerrado y que es un gran desconocido para los ilicitanos".

Por su parte, Fabra destacó que "este convenio viene a demostrar que las instalaciones de la Administración son de los ciudadanos", y puso el acento en que "no puede haber ni una sola dependencia cerrada, porque son muchas las necesidades que tienen los ciudadanos. El jefe del Consell también apeló a la crisis y la moderación de los ayuntamientos a la hora de pedir inversiones, y afirmó que "es fundamental y necesaria la colaboración de las distintas administraciones, poniendo en valor las dependencias, y siendo sensatos y responsables a la hora de poder ofrecer desde la Generalitat o de hacer demandas de los ayuntamientos, sabiendo que la situación económica es difícil y que no se pueden hacer inversiones importantes, que tenemos que ir a lo necesario".

En el acuerdo del Consell de febrero en el que se autorizaba la cesión de uso de La Calahorra se recogía que el inmueble se destinará única y exclusivamente a fines culturales, entre los que se citaban exposiciones, conferencias, charlas divulgativas y "otros fines de interés general para los habitantes del municipio". El Ayuntamiento será quien se encargue del mantenimiento, la conservación, la adecuación y las reparaciones de La Calahorra durante el plazo de cesión y sus prórrogas, así como del pago de impuestos y demás exacciones fiscales derivadas del inmueble. El acuerdo se enmarca en el Plan de Optimización del Patrimonio puesto en marcha por la Generalitat, que contempla la cesión de diversos inmuebles no susceptibles de enajenación con el fin de evitar los gastos que suponen para las arcas autonómicas.